¿Madera o aluminio? Muchas cofradías renuevan los banzos de las mesas procesionales

¿Banzos de madera o de aluminio? ¿Qué material prefieren los cargadores y cuál es mejor para la conservación de los pasos? El último debate en el seno de las cofradías de Zamora gira en torno a la actualización de las mesas procesionales. Jesús de Luz y Vida ha sido la última cofradía en anunciar que aligerará las andas de su imagen titular con este material metálico, pero otros pasos donde los banzos quedan ocultos al público bajo las faldillas han hecho ya el cambio, es el caso, por ejemplo, de varias de imágenes de la Cofradía de Jesús Nazareno. La Vera Cruz también instalará banzos de aluminio bajo sus grupos escultóricos más pesados.

Pero, ¿qué ventajas e inconvenientes presenta cada tipo de material? Uno de los puntos a favor del metal es la prevención de plagas de xilófagos, organismos –habitualmente insectos coleópteros– que se alimentan de la madera y pueden llegar a causar estragos en las obras de arte. No se elimina por completo el riesgo, pues obviamente el exterior de las mesas y las propias imágenes siguen siendo de madera, pero los banzos suelen ser uno de los "puntos débiles" donde aparece la infestación. Además, reducir la cantidad de madera reduce la posibilidad de que estos agentes degradadores encuentren espacio por donde empezar a atacar.

Para José Luis de Castro, alguien que entiende tanto de materiales como de la experiencia bajo el paso, pues es arquitecto, excargador, exjefe de paso del Nazareno de San Frontis y jefe de paso de Nuestra Madre de las Angustias, la prevención de plagas es el principal argumento que justificaría el cambio de banzos de madera por banzos de aluminio, ya que "la reducción de peso no es tan significativa como muchos creen". El porcentaje de peso que se elimina depende de factores como la dimensión de las figuras, de la mesa o el número de cargadores, pero "estaríamos hablando de menos de dos kilos por persona en muchos pasos".

A favor de madera, el material tradicional de las mesas procesionales, es su mayor maleabilidad. "Esto no quiere decir que el banzo de madera se pueda doblar, quiere decir que se adapta mejor que el aluminio al movimiento" que ocurre debajo de un paso, tal y como explica el arquitecto. "Si uno de los cargadores deja de estar en contacto con el banzo, cuando es de madera los cargadores de adelante y de atrás lo notan automáticamente debido a esa pequeña deformidad que hace la madera con el peso, incluso suena", detalla. La rigidez de los banzos de aluminio no "avisa" a los cargadores cuando de pronto soportan reciben sobre sus hombros la mitad del peso que debería soportar el compañero.

Para evitar que esto acabe afectando a la forma de mover el paso es imprescindible llevar a cabo un tallaje de los cargadores aún más minucioso cuando los banzos son de aluminio, para procurar que la diferencia de altura entre cargadores próximos sea la mínima posible, y compensar las pequeñas diferencias empleando tacos.

Como curiosidad, los banzos de madera se adaptan mejor a la forma del hombro que los de aluminio, que son más angulosos, algo que se soluciona fácilmente con un revestimiento de madera entre la almohadilla y el aluminio, que después se puede retirar.

Suscríbete para seguir leyendo