"El Santo Entierro forma parte de las gentes de Bercianos del primero al último de sus días"

Juan Lorenzo Blanco, nacido el día 27 de mayo de 1951, casado y con tres hijos, es el nuevo presidente de la Hermandad Penitencial del “Santo Entierro”, –la cofradía más histórica del medio rural de la provincia de Zamora–, cuya Semana Santa está declarada oficialmente BIC (Bien de Interés Cultural) el día 10 de mayo de 2014 y en 2012 Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León.

–Tiempos de emigración y despoblación rural. ¿Cuales son sus recuerdos de Bercianos?

–Tras la Guerra Civil se vivieron muchas penurias, hubo una superpoblación de los pueblos y eso nos obligó a la mayoría a emigrar para buscarnos la vida lejos de las tierras alistanas. Yo con dieciocho años emigré al País Vasco y allí, en Zumárraga, estuve ocho. Luego regresé y me casé en Bercianos, pasando dos años en Madrid, donde trabajaba mi mujer. Monté una empresa de construcción y mi vida laboral se desarrollo entre Zamora capital y León. Tras jubilarme, Bercianos es mi refugio preferido para descansar y disfrutar de la vida junto a mis parientes y paisanos. En 1970 en Bercianos llegamos a vivir hasta 385 habitantes, era un pueblo que rebosaba vida, sin embargo en 1980 ya habíamos bajado a 218 y en la actualidad quedamos solamente 125, pero, eso sí, estamos muy unidos, los residentes y los emigrados, para preservar nuestras costumbres y tradiciones. El principal valor de Bercianos son sus buenas gentes: hombres y mujeres, en convivencia y hermandad.

–Hagamos un poco de memoria y de historia de la Pasión de Cristo en Bercianos de Aliste.

–No contamos, por desgracia, con una fecha exacta de los comienzo del Santo Entierro de Bercianos ya que las ordenanzas fundacionales y primitivas se perdieron. Como único dato fiable, documento escrito, podemos remitirnos 487 años atrás, a un ya muy lejano día 20 de enero de 1536, fecha en que el sumo pontífice Paulo III otorgaba a la cofradía de la Santa Vera Cruz la Bula en el Campo Marcio de Roma. Es de suponer que tanto la hermandad penitencial de la Vera Cruz como la procesión del Santo Entierro son muy anteriores, con toda seguridad del siglo XV. En el año 1607 cuando las vicarías de Aliste y Alba pertenecían al Arzobispado de Compostela, ya existía la ermita campestre de la Santa Vera Cruz, junto a la antigua Vereda Real de Galicia, además de la iglesia de San Mamés, que entonces contaba con diecisiete feligreses.

–¿Qué significa para usted ser el máximo responsable de la Hermandad Penitencial?

–Un orgullo y un honor, como vecino de Bercianos y miembro de la cofradía del Santo Entierro; y una gran responsabilidad, pues soy cofrade desde los veintidós años y tengo casi setenta y dos, he estado en la Junta Directiva y soy consciente que una entidad religiosa, histórica y social como ésta lleva mucho trabajo y necesita dedicación. La ventaja que tengo es que al estar jubilado tiempo libre me sobra y también que cuento con el apoyo de los anteriores directivos y de los cofrades: hombres y mujeres de Bercianos. Se que entre todos podemos lograr que el Santo Entierro y nuestra Semana Santa sigan manteniendo sus actos, sus costumbres y sus tradiciones.

Somos una hermandad mixta a la que pueden pertenecer hombres y mujeres. Sólo con que sean cofrades sus padres, los hijos, hasta los veinte años ya pertenecen a la hermandad.

–¿Una vez aceptado el cargo cual es su primera reflexión a nivel personal y colectivo?

–En primer lugar agradecer su apoyo a todos los miembros de la hermandad y muy en particular a la Junta Directiva saliente, de la que me siento orgulloso de haber formado parte, pues su gestión ha sido ejemplar y su labor digna de alabar por todos: Fernando González Rodríguez, mi sobrino, como presidente; Rubén Pérez Pérez como vicepresidente; Dominga Martín García como secretaria y Marciano Pérez Blanco, Pedro del Río García y Diego Pérez Pérez como vocales se han esmerado y han dejado el listón muy alto. Nuestro deseo es que hubiesen seguido pero hay que reconocer que llega el momento en que hay que dedicar mas tiempo a uno mismo y a la familia. Bercianos y la cofradía les estarán eternamente agradecidos por su intensa y acertada labor.

–Los cofrades le eligieron a usted presidente y usted tenía luego la potestad para nombrar la nueva Junta Directiva.

–Así es. Como vicepresidente está Esteban Santiago Martín que reside en Aranjuez, secretaria será Eli Blanco Martín y tesorera a María Pérez Blanco. Como vocales están mi hijo Juan Pablo Lorenzo Blanco que fue el segundo con más votos en la asamblea general, y María José Santiago Gallego.

–¿Qué significa para los nacidos en Bercianos su sobrecogedora Semana Santa?

– Tradición y devoción en esencia pura. La Pasión y Muerte de Cristo es parte imprescindible de nuestras vidas: desde que naces hasta que mueres. Somos parte imprescindible de ella y ella de nosotros. Nada más echar a andar y dar tus primeros pasos ves la devoción con que viven la Semana Santa tus abuelos y tus abuelas, tu padre y tu madre. Vas creciendo y cuando llegas a adolescente ya estás cautivado y prendado de la creencia y la tradición, las sientes como algo muy tuyo. Desde la más tierna infancia vas cumpliendo ciclos: de niño disfrutas tocando la matrácola de madera de negrillo por las calles, cuando las campanas guardan luto desde el canto del Gloria en Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual del Sábado Santo; de adolescente eres guardián de la Urna de Cristo y ya de mozo llevas el pendón negro y el morado hacia el Calvario.

–¿Cual es el proceso y cuales son los requisitos para ser cofrade del Santo Entierro?

–Para entrar a formar parte del Santo Entierro obligatoriamente es necesario haber nacido o descender Bercianos o estar casado con alguien del pueblo. Somos una hermandad mixta a la que pueden pertenecer hombres y mujeres. Sólo con que sean cofrades sus padres, los hijos, hasta los veinte años ya pertenecen a la hermandad. Una vez se alcanza esa edad, siempre por voluntad propia, cada uno, hombre o mujer, ya pueden solicitar ser cofrade. El ritual marca que un año en Jueves Santo hay que “Pedir Cofradía” (entrada). Al año siguiente tras culminar “La Carrera” de Jueves Santo ante el Juez de la Cofradía, que ahora es Manuel Blanco Martín, se jura, y tras besar la Vara de la Hermandad Penitencial que ofrece el cura (capellán) ya se es cofrade del Santo Entierro. No se paga una cuota anual, solamente cincuenta euros de entrada.

Quienes vengan a Bercianos estos días pueden venir sabiendo que las puertas del pueblo las tienen abiertas. Sólo pedimos respeto hacia nuestros ritos y no interferir en las procesiones de la Pasión

–¿Cuáles son las principales novedades para este año?

–Tras vivir y sufrir la pandemia que nos obligó a suspender en 2020 y 2021 la Semana Santa, volveremos a poder celebrar todos los actos y rituales en esencia pura y en los lugares de costumbre. Gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza y a la Junta de Castilla y León hemos podido recuperar y acondicionar la Plaza de la Pasión donde cada tarde de Viernes Santo, desde el siglo XVI, tiene lugar el Sermón del Descendimiento y el Desenclavo de Cristo como parte del inicio del cortejo fúnebre del Santo Entierro. Era un sueño del pueblo.

–Patrimonio material e inmaterial alistano único: el objetivo preservar la memoria recopilando antiguas imágenes.

– Parte de nuestra historia y de Semana Santa a partir de mediados del siglo XX está en las primeras estampas que fueron tomadas en blanco y negro y que ahora son auténticas joyas. No solo por mostrar la tradición en su esencia, sino también porque en ellas aparecen nuestros padres y madres, abuelos y abuelas. Rafael Sanz Lobato fue el primero en donar sus obras realizadas hacia1972. El pasado verano la familia del ilustre fotógrafo Fernando López Heptener nos ha donado a la cofradía altruistamente parte de su obra sobre Bercianos reflejada en estampas en blanco y negro realizadas en los años sesenta. Será el legado más antiguo en fotografía sobre el Santo Entierro de Bercianos de Aliste.

–Bercianos se convertirá por unos días para devotos y curiosos 1990 años después en la Jerusalén y Judá de la Crucifixión.

–Nuestra Semana Santa ha mantenido durante siglos la esencia más pura de la Pasión de Cristo. Nosotros no representamos, nosotros vivimos el Jueves Santo y Viernes Santo como si Jesús de Nazaret fuera un vecino más del pueblo y por ello le acompañamos en su último viaje para darle cristiana sepultura. Quienes vengan a Bercianos estos días pueden venir sabiendo que las puertas del pueblo las tienen abiertas. Sólo pedimos respeto hacia nuestros ritos y no interferir en las procesiones de la Pasión; por guardar silencio durante el Sermón del Descendimiento, el Desenclavo y las procesiones mientras los cofrades hacemos las oraciones o cantamos el miserere. Nuestro objetivo es preservar en su esencia nuestra tradición: la Pasión de un Pueblo.

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