De procesión por Zamora, sin abrir el baúl

Los cofrades infantiles, los recién inscritos o procesionantes esporádicos, principales demandantes del alquiler de túnicas

Inés Martínez Tostón remata una túnica del Silencio en su tienda-taller de la Rúa de los Francos.

Inés Martínez Tostón remata una túnica del Silencio en su tienda-taller de la Rúa de los Francos. / Jose Luis Fernández

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Alquilar la túnica para salir en las procesiones de Semana Santa puede ser una buena opción sobre todo para los cofrades infantiles que de un año a otro crecen considerablemente, para las personas que acaban de inscribirse a una hermandad y no tienen tiempo de recurrir a otras opciones o bien para aquellos que procesionan esporádicamente, a veces precisamente para acompañar a los menores en los desfiles.

En Zamora es posible alquilar una túnica en establecimientos como el que regenta Inés Martínez Tostón en la Rúa de los Francos, casi enfrente de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, que se llama "La Calesa".

La idea de alquilar túnicas se le ocurrió ya hace un tiempo. "Hace ocho años que empecé y en ese momento iba alquilando a demanda, a niños porque son los que más necesidad tienen. Porque al crecer van dejando las túnicas cortas y las familias siempre estaban pendientes, tendré túnicas o no tendré túnica cuando llegue el momento".

El alquiler "les resulta muy cómodo porque siempre tienen la túnica en su largo y en sus proporciones y a punto".

Colocación de las túnicas de todos los tallajes de varias cofradías de Semana Santa. | Jose Luis Fernández

Colocación de las túnicas de todos los tallajes de varias cofradías de Semana Santa. | Jose Luis Fernández / Carlos Gil Andrés

Los primeros años lo que hacía era "si me pedían por ejemplo, la talla 12 del Vía Crucis confeccionaba esa talla, si me pedían la talla 3 de las Cinco de la Mañana, la hacía. Iba confeccionando las solicitudes que tenía y así fui haciéndome con un fondo progresivamente hasta que en este momento ya tengo el tallaje completo de muchas cofradías y de otras todavía me falta mucha confección. Y poquito a poco mi idea es ir confeccionándolas todas, tener todas las tallas de todas las cofradías".

¿Cuál es la ventaja para la gente?. "Que siempre tiene una túnica a punto para salir de la procesión. Cada temporada aviso a todos los clientes del año anterior por si quieren continuar y no quieren perder las túnicas hasta que le hagan la definitiva al niño. Pasan por aquí los primeros y de esa manera no se tienen que ocupar ni de limpieza, ni de mantenimiento porque guardar una túnica todo el año supone un espacio concreto y que tenga las condiciones adecuadas".

"Crecen conmigo"

La modista considera "que estoy teniendo éxito porque los que empiezan conmigo suelen crecer conmigo. Sobre todo los de capa que es un trabajazo, hay que estar sacando el bajo a la capa, se marcan, de estropean y de esta manera están un poco más en su talla las túnicas".

Cuando los niños llegan a una cierta edad "ya le hacen la túnica definitiva. Los adultos son más propicios a hacerse la túnica para ellos y guardarla que alquilarla". Los alquileres para adultos suelen ser porque "el niño muchas veces necesita alguien que le acompañe en la procesión". También son habituales los que salen esporádicamente o "por alguna situación de emergencia, como los que se acaban de apuntar en una cofradía no han tenido tiempo de hacerse" el vestuario definitivo.

Cuánto cuesta

Económicamente "los trajes valen un dinero. Tengo unas tarifas por tallas y por cofradías. Hay túnicas más caras, sobre todo las de terciopelo y las de raso, y otras más baratas, como las de Jesús Nazareno o la Soledad. En función de la cofradía corresponde un precio diferente y en función de la talla también, porque la tela que lleva confeccionar para un adulto no es la mismo que la que lleva para un niño de ocho años o un niño de dos. Como yo no las hago crecederas, no le dejo esa tela de más y tarifo en función de la tela que utilizo en cada talla. Entonces sale bastante bien porque el alquiler es el 25% de lo que vale la prenda".

Por ejemplo el alquiler de un abriguito de la Esperanza de la talla 12 puede salir 25 euros. Se supone que el abrigo vale cien, entonces el alquiler son 25 y la fianza 75, que se devuelve cuando se reintegra la prenda. "A la hora de hacer la reserva me pagan el alquiler. Cuando vienen a recogerla me abonan la fianza, y se la devuelvo cuando la traen".

"Económicamente a la gente le sale bastante bien, porque pagas en función de la talla del niño y siempre tienes garantizada la túnica exacta y en perfectas condiciones", dice Inés, quien considera que para una túnica durante cuatro o cinco años sale a cuenta el alquiler.

Impecable

El 98% de la gente reintegra la prenda "impecable" porque "se usa en la procesión, que es un ratito, es una túnica de calidad y la gente la cuida". Siempre hay un porcentaje de gente que "trae la túnica deteriorada", normalmente por la caída accidental de cera o por algún desgarro. También reconoce que "algún pícaro siempre te encuentras, porque la picaresca está en todas partes, pero son casos muy raros".

Inés Martínez Tostón trabaja, estos días a contrareloj porque la Semana Santa está encima.

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