Treinta mil pesetas por cargar con Longinos en Zamora

El 10 de abril de 1998 una plantilla doble de 40 cargadores sacaba a hombros el paso de La Lanzada, el popular Longinos que desde 1955 se había visto obligado a moverse con ruedas en la procesión del Santo Entierro ante la falta de hombros sobre los que cubrir el recorrido en las tardes de Viernes Santo. Una mesa redonda celebrada este jueves en La Alhóndiga recordó los detalles de tal efeméride en el 25 aniversario con presencia, entre otros, del que fuera jefe de paso en aquel entonces, Dionisio Alba, el actual, Antonio Crespo o Ángel Solla. Ricardo Flecha se ocupó en aquel entonces de adaptar la mesa del grupo escultórico de Ramón Álvarez Prieto, realizada por Julio Gómez Sismo, "El Chepa" para adaptarla a la carga.

Eran esos de finales de siglo, momentos de efervescencia por recuperar la carga, sacar los pasos a hombros, pero también lo eran de economías poco boyantes en la Cofradía. Por eso fueron los hermanos los que dieron un paso al frente y aportaron las 30.000 pesetas per cápita para la adaptación de la mesa y demás complementos, aunque es cierto que la cofradía puso también algo de su parte para las faldillas.

Lo que se conmemoraba este jueves era haber retomado la salida a hombros del grupo de la Lanzada que originalmente salía de esa forma, sobre las espaldas de los cargadores. De hecho, ya que desde sus inicios, en 1868, la obra, con siete figuras (incluido el caballo de Longinos) necesitó un aporte extra de cargadores, que pasaron de 12 a dos turnos de 16 cada uno, para el recorrido de ida y el de vuelta.

En el año 1928 se estrena nueva mesa dado el mal estado de la antigua y se aprovecha para ampliarla e incorporar a más cargadores, hasta 28, en un único turno. Pero el peso del grupo seguía siendo demasiado grande y desde 1938 se barajaba la idea de que saliera en procesión con ruedas, entre otras cosas porque con la Guerra Civil no podían acudir los hermanos de paso más jóvenes. Se vuelve eso sí, al doble turno de carga para paliar el esfuerzo de los hermanos de paso.

En 1955, sin embargo, se toma la decisión de poner el paso a ruedas, ante la falta habitual de cargadores en el trayecto de regreso de la Catedral, que obligaba, recuerda Dionisio Alba, a echar mano de los soldados del Ejército que escoltaban el paso para poder llevarlo.

Desde entonces salía a ruedas hasta que en 1997 "el jefe y los hermanos de paso toman la iniciativa de ponerlo a hombros para recuperar la tradición", indica Antonio Crespo. Hubo que adaptar la mesa antigua para 40 cargadores, es un poco más alta aunque conserva una imagen muy similar a la que había antaño.

Crespo y Alba coinciden en señalar que hubo dudas sobre el resultado, sobre todo por el peso del grupo, se hicieron muchas mediciones y pruebas, pero desde el primer momento todo salió bien. Incluso con el paso del tiempo la doble plantilla se fue quedando en una sola, una vez que se había conseguido el reto de sacar a hombros uno de los pasos más altos de toda la Semana Santa zamorana. La mesa redonda sirvió para rememorar datos y anécdotas de los viejos y los nuevos tiempos del popular Longinos.