La voz de alarma la dieron los vecinos de la calle Doncellas en cuyos bajos se ubica la panera de la Junta pro Semana Santa. Los inquilinos de uno de los primeros pisos sufrió un incidente por la rotura de un latiguillo que hizo que el piso se llenara de agua y que incluso pasara al rellano. Fue al abrir el almacén de la Junta pro cuando se comprobó que el agua había traspasado el techo y caía sobre tres de las mesas que desde hace unos días descansan en este local, tras el cierre del Museo de Semana Santa.
Las mesas afectadas pertenecen a la Cofradía de Jesús Nazareno. Se trata de las que sustentan los pasos del propio Nazareno, la Verónica y Las Tres Marías y San Juan que, precisamente, había sido recién restaurada.
Fuentes de esta cofradía se ponían en contacto con los hermanos a través de sus redes sociales para explicar el suceso y las medidas que se habían tomado desde la directiva “dentro del compromiso de mantener nuestro patrimonio en las mejores condiciones”, subrayaban.
Parte a los seguros
En este sentido, se apunta a que ya se han puesto en contacto con los peritos de los correspondientes seguros “para evaluar los posibles daños, así como con los restauradores, a fin de que intervengan si es preciso para que las tres mesas puedan salir a la calle en condiciones óptimas durante la próxima Semana Santa”.
Desde la Junta pro Semana Santa, su presidenta, Isabel García, añade que se ha dado parte al propio seguro, mientras que el vecino en el que se produjo la rotura de ese latiguillo ha hecho lo mismo. “No ha sido un problema de la Junta pro Semana Santa, así que, como el vecino también ha dado parte, tras peritar el alcance de los daños, todo apunta a que será el seguro del particular el que se encargue de todo. “Pero aun así, la cuantía va a ser muy alta”, lamenta García, quien da gracias al aviso de los vecinos afectados, porque, de lo contrario, los daños podrían haber sido mucho más elevados e incluso haber afectado no solo a las tres meses de la Cofradía de Jesús Nazareno.
La propia presidenta ayuda a achicar para evitar un mayor desastre
La presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García, fue una de las personas que durante la jornada del viernes estuvo ayudando a minimizar los daños ocurridos en las tres mesas afectadas. “Nunca pensé que un simple latiguillo pudiera provocar esto”, recordaba tras la jornada, en la que ella misma estuvo achicando agua para evitar mayores daños. “Era como si estuviera lloviendo dentro de la panera, aunque solo en una parte”, describe García, quien recuerda además que las instalaciones de la Junta pro Semana Santa en la calle Doncellas acababan de ponerse a punto el pasado mes de septiembre.
“Estuvimos de obras precisamente para poder albergar de una manera más óptima a las mesas de las cofradías”, reconoce la presidenta de la Junta pro. Ahora solo les cabe esperar a ver qué se decide tras la peritación que hagan los respectivos seguros —tanto el de la Junta pro Semana Santa como el del vecino que tuvo el problema de humedades— para ver qué pasos seguir. La preocupación de la presidenta de la Junta pro Semana Santa ha hecho que durante todo el fin de semana haya estado pendiente de lo ocurrido, acudiendo con asiduidad a la panera “para comprobar que no haya nuevos daños”, argumenta.
