El obispo de Zamora, Fernando Valera, firmará este miércoles a las 18.00 horas en la iglesia de San Juan el decreto que inicia el expediente para la coronación canónica de la Santísima Virgen de La Soledad. Un acto organizado e impulsado por la cofradía Jesús Nazareno Vulgo Congregación que trabaja desde hace cinco años en este proyecto, paralizado durante la pandemia y retomado con energía desde la llegada de don Fernando Valera.

 La iglesia de San Juan acogerá este acto solemne en el que estarán presentes: el obispo de Zamora, Fernando Valera; el presidente de la cofradía Jesús Nazareno, José Ignacio Calvo, junto al resto de la junta directiva y su capellán; el canciller-secretario general de la diócesis, Francisco Ortega Vicente; el comisario episcopal del proceso, Juan José Carbajo; así como el resto de presidentes y presidentas de las cofradías y hermandades de Semana Santa de Zamora.

 Además de la lectura y firma del decreto, también habrá un momento de oración y unas palabras de agradecimiento por los trabajos realizados hasta el momento del presidente de la cofradía, José Ignacio Calvo.

 ¿QUÉ ES UNA CORONACIÓN CANÓNICA?

 La coronación canónica de las imágenes de la Virgen María es una de las formas más solemnes y peculiares –además de extraordinaria y excepcional– del culto a la Madre del Señor. No es una celebración muy antigua en la historia de la liturgia. Las primeras coronaciones canónicas se remontan al siglo XVII, y no fueron incorporadas definitivamente al conjunto de las celebraciones litúrgicas católicas hasta el siglo XIX.

El rito pretende subrayar la devoción por una determinada advocación de la Virgen María, y consiste en la imposición de una corona al icono o imagen.

 No todas las imágenes de la Virgen se coronan canónicamente, aunque todas estén adornadas con una corona. Al obispo, juntamente con la comunidad local, corresponde juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen María. Pero téngase en cuenta que solamente es oportuno coronar aquellas imágenes que, por la gran devoción de los fieles, gocen de cierta popularidad, de tal modo que el lugar donde se veneran haya llegado a ser la sede y el centro de un genuino culto litúrgico y de activo apostolado cristiano.

Como todos los ritos en los que toma parte la comunidad cristiana, es conveniente preparar a los fieles e instruirlos sobre su significado. Subraya la introducción al ritual que el carácter del rito de la coronación es "exclusivamente religioso", por lo que hay que evitar utilizarlo para otras finalidades distintas.