El traslado de un paso de la Semana Santa de Zamora este domingo 17 de julio ha evocado a viandantes y foráneos que paseaban por las calles del centro de Zamora el sentir de la gran semana de Pasión. Los cargadores del Retorno del Sepulcro han trasladado el paso a la iglesia de San Esteban, con las imágenes cubiertas de negro.
¿El motivo? Una nueva intervención en la mesa. En 2018, el Retorno del Sepulcro se puso a hombros. Era el último paso de la Real Cofradía del Santo Entierro que circulaba sobre ruedas. Sin embargo, tras cargarlo la Cofradía ha detectado "deficiencias", como que los cargadores van muy próximos entre sí. De ahí que para solventar los problemas, van a volver a intervenir la mesa con un carpintero local y también con el tallista José Antonio Pérez.
Con la puesta a hombros, noventa cargadores se ofrecieron en 2018 para llevar el paso. José Martín Colino, más conocido como Pepe Gato, recordó entonces la asamblea de hace más de tres décadas -presidía la hermandad Manuel Roncero- en la que un grupo de hermanos se propusieron cambiar la procesión: "Mi ilusión era volver a ver los pasos a hombros porque yo había conocido el desfile así por mi padre, que era cargador", comentaba en 2018 José Martín.
El Retorno era el último paso en echar a caminar, tras el enorme esfuerzo en 1985 de "levantar" los grupos más emblemáticos del Viernes Santo: La Magdalena, La Urna y la Virgen de los Clavos.
En la "conversión" del paso fue clave el trabajo del tallista zamorano José Antonio Pérez, quien sustituyó los paneles ciegos de la mesa por otros calados.
HISTORIA
En 1927 la Junta de Fomento de la Semana Santa, antecedente de la Junta Pro Semana Santa actual, decide realzar la procesión de la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias, para ello encarga a D. Ramón Núñez un paso con la escena del retorno de la Virgen y San Juan además de otros Santos Hombres y Mujeres del Sepulcro. El precio del paso: 5.000 ptas. fue pagado íntegramente por el Gobierno Civil; el dinero procedía de las multas del estraperlo del azúcar.
El 11 de abril de 1927 es recibido por la cofradía y la noche del viernes santo de ese año es sacado por vez primera en procesión.
Tan pronto como hizo su aparición se mereció el apodo de El paso del camello, por la posición que mostraba la espalda de una de las figuras. Además hubo críticas aduciendo que no era apropiado el paso para el tipo de procesión al que se destinó. En 1953 D. Florentino Trapero retalla la figura eliminando la antiestética forma que mostraba.
Finalmente en ese mismo año es devuelto por la Cofradía de Nuestra Madre a la Junta Pro Semana Santa.
En 1954 se ofrece a la Real Cofradía del Santo Entierro que acepta encantada el presente. Empezó a salir tras la urna, aunque se cambió a la situación actual, anterior a ésta.
La mesa se hizo bajo la tutela del húngaro Bronislao Vatzany según diseño de Julián Román González y ejecución de Julián Román González.
Texto: Alberto Fdez. Ferrero / Junta Pro Semana Santa de Zamora
