Isabel García Prieto ha sido reelegida este jueves nueva presidenta de la Junta pro Semana Santa de Zamora con 65 votos a favor 15 en contra y un voto blanco. Esto significa que Isabel García ha recibido el apoyo de todas las cofradías menos de 3 las 16 que conforman la asamblea de la Junta pro Semana Santa.
Isabel García Prieto, presidenta de la Junta pro Semana Santa de Zamora desde el año 2016, era la candidata mejor situada (y la única en estas elecciones) para repetir en el cargo y continuar el mandato otros cuatro años más.
¿Cómo se vota?
La asamblea general de la Junta pro Semana Santa la conforman cinco representantes de cada una de las 16 cofradías más el secretario, es decir, 81 miembros con derecho al voto. El secretario es el encargado de determinar al inicio de la asamblea los nombres de los candidatos que se presentan a las elecciones que deben ser miembros de la asamblea aunque no necesariamente presidentes de ninguna hermandad. García partía con el apoyo explícito de al menos nueve cofradías, las que otorgan la mayoría absoluta.
Primera mujer
Primera mujer que se puso al frente de la Junta pro Semana Santa, Isabel García es también presidenta de la Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias. Durante su presidencia la Junta de cofradías ha vivido algunos de los momentos más difíciles de su historia, debido a que la pandemia ha impedido que los desfiles salieran a la calle durante dos años consecutivos hasta que en este 2022 se recuperaba la normalidad no sin muchas dudas hasta apenas un par de meses antes de la celebración.
El principal aspecto de la gestión, y también el principal reto para el próximo mandato, es la ejecución del nuevo Museo de Semana Santa, cuyas obras están a punto de salir a licitación.
El equipo de García Prieto ha resuelto problemas muy importantes para posibilitar esta obra, desde el delicadísimo asunto de la ubicación del Museo, a la adquisición de solares para la ampliación, resolución de los problemas urbanísticos y el acuerdo político y económico de todas las instituciones, plasmado en el convenio de financiación de las obras.
Pero quedan aún retos muy importantes, no en gestión de las obras, responsabilidad de la Junta de Castilla y León, pero sí en la guarda y custodia de pasos y enseres y sacar adelante las procesiones durante los años en que duren los trabajos.
