Predicación y difusión de la Pasión. La Cofradía de la Santa Vera Cruz ha celebrado su día especial. Dos años de espera y vuelve a celebrar actos tradicionales y de fe, aunque con restricciones que recuerdan que aún hay pandemia. La cita habitual de los cofrades de la Santa Vera Cruz, ataviados con túnica y capuchón morados y cíngulo amarillo ha sido en la iglesia de San Juan donde han procedido a adorar la Cruz antes de dar paso a la procesión, por las calles céntricas de la ciudad.
A las puertas del templo se fueron posicionando los cofrades. El Paso de la Santa Cruz y el de la Oración en el Huerto, dieron paso al Ecce Homo. La pandemia ha obligado a los cofrades a realizar cambios, de modo que se han evitado las andas que obligan a los cargadores a ir bajo la mesa. Fue en 2014 cuando se estrenaron las andas del Ecce Homo diseñadas por los arquitectos Luis López y su hija Helena y realizadas por el ebanista Francisco Turiel. Desde 2004 procesiona este paso y ha vuelto a hacerlo en las mismas andas que se utilizaban para el paso del Cristo de los Afligidos, pertenecientes a las cofradías titulares de la ermita de la Soledad.
Tras el Ecce Homo, siguió la solemne procesión con Jesús llevando la Cruz; y el paso del Judío del Clavo que también ha vuelto a sus andas originales, a las que han realizado labores de mantenimiento. Este grupo escultórico viene procesionando desde el año 1902 en la mesa que ha lucido este año, primero llevada por costaleros y después con la incorporación de ruedas que es como se ha llevado este año hasta la creación de la mesa estrenada en 2016.
Cerró la procesión la imagen de la Soledad.