Tras dos años sin poder procesionar debido a las restricciones provocadas por la pandemia de coronavirus, la Cofradía del Santo Entierro volvió a salir a las calles de la ciudad de Zamora una nueva tarde de Viernes Santo, bajo la atenta mirada de miles de zamoranos y también de turistas procedentes de distintos puntos del panorama nacional.
La procesión, que ha podido ser la última que sale desde el actual Museo de Semana Santa de de Zamora, hizo que Zamora se vistiera de luto en uno de los momentos más especiales de la Semana Santa zamorana.
La cofradía ha celebrado este Viernes Santo una solemne función que comenzó con el Sermón del Descendimiento, que tuvo lugar en Santa María la Nueva para, posteriormente, a las cuatro y media de la tarde, como es habitual, comenzar a procesionar por múltiples calles del casco antiguo de Zamora.
La Cofradía del Santo Entierro es la única de las de Semana Santa que tuvo un origen gremial. Sus promotores, el gremio de sederos, exigieron examen de oficio para entrar en ella hasta 1626.
Un año más y una tarde de Viernes Santo más, el Santo Entierro vistió de luto a Zamora en una procesión marcada por las miles de miradas por parte de los ciudadanos presentes en la ciudad y también por las buenas temperaturas, que hizo que se vieran muchas botellas de agua durante todo el trayecto, tanto por parte de los hermanos como por parte del público.
