Los dulces típicos de Zamora durante los días de Semana Santa son un auténtico éxito, corroborado por las largas colas que se ven en las últimas jornadas en los establecimientos más típicos de la zona del Casco Antiguo. Las aceitadas son las grandes protagonistas, junto a las almendras garrapiñadas, compradas sobre todo por los cofrades que cumplen con la tradición de obsequiar a los hermanos de acera con uno de estos pequeños dulces agradeciendo su espera.

Domingo de Resurrección con dos y pingada en una casa. Cedida

Pero no solo las pequeñas tiendas de dulces se abarrotan de zamoranos y visitantes estos días, sino que los supermercados y establecimientos de alimentación también reciben a numerosos clientes que apuran las últimas horas para llenar la nevera de cara a la visita de familiares y cumplir con la tradición de, por ejemplo, comer el dos y pingada el Domingo de Resurrección.