Cesó la lluvia y el radiante sol primaveral saludó a los hombres y mujeres de caperuces morados que desfilan el Martes Santo para llevar de regreso a su Nazareno al arrabal de San Frontis. Novedades en la salida, tras la pandemia COVID, con los hermanos esperando a formar las filas en los jardines del Castillo, en lugar del interior de la Seo, como era habitual. A las ocho y cuarto en punto sonaron cornetas y tambores y salió la banda de inicio que precedía al Barandales. Los 14 emblemas del Vía Crucis se fueron colocando en la plaza, de frente a la Catedral, arropando al nuevo Cristo de Ricardo Flecha, una curiosa talla del crucificado con los clavos en las muñecas y los pies cruzados detrás del madero.
El himno nacional a cargo respectivamente de las bandas de música de Zamora y Nacor Blanco saludó la salida del Cristo del Vía Crucis y la Virgen de la Esperanza, que se colocaron alineados ante las cruces para escuchar la oración, en presencia del obispo, Fernando Valera, a cargo del párroco de San Frontis, José Ángel Rivera de las Heras, que habló de enfermedad y muerte, de volcanes y guerras, de seguir el ejemplo del Nazareno olvidado en su arrabal de San Frontis, pero también de Esperanza ante la despoblación y el envejecimiento que sufre la provincia.
Poco a poco se fueron formando las filas de cofrades, que seguían a banda de cornetas y tambores, cruz guía el nuevo Cristo de Flecha y las cruces del Vía Crucis. Salió el Cristo, recién restaurado, con la Banda de Zamora. Y partió luego la Virgen de la Esperanza, también como nueva, y con manto de estreno de verde terciopelo bordado en hilo de oro con el Ave María, integrado con las estrellas del atuendo. Cerraba el desfile la banda de tambores, con muchos niños de corta edad entre sus componentes.
Recuperó a última hora la procesión el recorrido tradicional, por más que los itinerarios reflejaran aún el inicial que era como el del traslado pero el dirección opuesta. En la Plaza de Viriato un joven de 13 años se salió de la fila tras sufrir un mareo. Pasado el Puente de Piedra se separan Cristo y Virgen, recogida la Esperanza en Cabañales para retornar el Jueves Santo a la Catedral.
A la llegada a la iglesia de San Frontis, otra novedad, el rezo de las estaciones a dos voces por Jaime Rebollo y Yolanda Chintu, con el fondo de la música de Pedro Rivas. Otra novedad, es que el Nazareno se quedaba siempre fuera de la iglesia de San Frontis el Jesús del Vía Crucis, porque cabe del todo por la puerta románica, pero este año entró todo lo posible antes de proceder al desmontaje del paso, buscando mayor decoro.
