Histórico. Fatídico. Decepcionante. Lunes Santo sin precedentes en la Semana Santa de Zamora a pesar del ansia de procesiones contenida por el coronavirus. Pero no pudo ser: ni Tercera Caída ni Buena Muerte. La lluvia deja en San Lázaro a la Tercera Caída y, por primera vez en la historia, no sale la Buena Muerte.
El cielo ha sido el responsable de amargar un lunes que empezó con luz y acabó entre lágrimas y cabreo, pero, sobre todo, pendientes del cielo. No hubo clemencia y una detrás de otra las procesiones fueron suspendidas.
"Tristes y contrariados después de dos años de espera". Fueron las mejores palabras para definir las sensaciones de los hermanos de la Buena Muerte y a las que puso voz el capellán de la cofradía, Agustín Montalvo. Tuvieron que conformarse con un acto privado e interno.
ENCUESTA | ¿Debió salir la procesión de la Buena Muerte?
Algo mucho más previsible ocurrió con la procesión de la Tercera Caída. Y es que se veía venir: las previsiones meteorológicas no fallaron y de camino a la salida la lluvia empezó a dar la cara. El agua echa por tierra la ilusión de cientos de hermanas que por primera vez vestían la túnica de la hermandad.