La Opinión de Zamora

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Semana Santa de Zamora

Un Cristo con sello de autor zamorano

El escultor Ricardo Flecha Barrio estrena el Martes Santo la talla de Jesús clavado en la cruz por los antebrazos y los tobillos, “como crucificaban los romanos”

El escultor durante el proceso de la talla. | Cedida

El escultor Ricardo Flecha Barrio ha efectuado una nueva pieza para la Semana Santa de Zamora. El semanasantero, que cuenta con contribuciones en casi todas las hermandades y cofradías de la ciudad zamorana, se estrena esta Pasión con una aportación encargada por la actual directiva de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis.

La obra acabada pero todavía por pintar. | Cedida

“He desarrollado una idea que estéticamente no se hecho hasta ahora, un Cristo crucificado en la misma posición que como crucificaban los romanos por los tobillos y por los antebrazos”, describe el autor quien es consciente de que su planteamiento choca con los cánones que tenemos actualmente asociados a la imagen de Jesús crucificado. “La figura de Cristo la hemos acomodado a nuestra visión y se representa como un hombre grande, esbelto y robusto pero, realmente ignoramos sabemos cómo fue físicamente como para saber realmente cómo lo crucificaron”, reflexiona.

Detalle del crucificado todavía en el taller del escultor. | Cedida

En el planteamiento y la ejecución de la obra de Jesús agonizando el artista ha contado “con libertad absoluta por parte de la cofradía” atestigua a la par que indica que “lo conocieron y les gustó, pero si no encajaba con lo que querían, no pasaba nada”. El artista zamorano remarca que se trata de una posición “distinta de la concepción normal y creo que es positivo la gente lo acepte”. Flecha Barrio califica que este crucificado como “una pieza muy personal” y prosigue: “Tú puedes aportar algo y que la gente lo acepte siempre resulta muy importante para un creador. Además es un orgullo que una visión que tienes se acepte por parte quienes te hacen el encargo”.

El crucificado, que mide aproximadamente un metro de altura por 80 centímetros entre los brazos ganando unos 20 centímetros al estar situado sobre el madero, está tallado en cedro. Una vez realizado el artista ha optado por no policromarlo. Desde su punto de vista el darle un color “endulza las figuras, lo que va en contra de mi sentido estético”, comenta.

Tras preparar la madera con unos aislantes, Flecha se ha decantado por un acabado pintado al aceite “de una manera muy natural” lo que ha hecho que “se marquen las texturas de la madera que con el tiempo se notarán más incluso el pelo y el cordón del paño de pureza es el color de la propia madera, tal y como lo hizo Mariano Benlliure en el paso de Redención”.

El autor, que ha trabajado en la pieza a lo largo de casi medio año, atestigua que él tiene “una visión de Pasión muy personal” que plasma en cada una de sus obras.

En sus creaciones religiosas el zamorano huye de “las cosas dulces”. “Tengo un concepto no al uso de la belleza”, certifica. El director de la Escuela de Arte y Superior de Diseño reflexiona sobre la belleza. “Ahora mismo nosotros vemos a Dios en las cosas bellas, pero eso no siempre fue así. Hubo unos siglos atrás en el que los Cristos no fueron bellos y sin embargo la gente veía que a Dios más ahí” mientras que en la actualidad “nosotros no podemos contemplar una figura fea y asociarla a Dios y... yo me niego a eso”. El artista opina que “la belleza en una figura religiosa es algo secundaria. Las figuras tienen que llevarte a Dios y si te lleva a Dios solo la belleza vas por mal camino”.

El nuevo crucificado procesionará este Martes Santo al inicio del desfile de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis.

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