La Virgen de la Esperanza de Zamora recupera su policromía original en el rostro y las lágrimas tal y como las planteó Víctor de los Ríos gracias a la restauración a la que ha sido sometida en los últimos meses en el centro de restauración de Simancas, dentro del convenio existente entre la Junta de Castilla y León y la Junta pro Semana Santa de Zamora.
La actuación iba a ser “una intervención puntual” que iba a centrarse en aspectos “estructuras y de las articulaciones”, ya que está articulada en sus codos y en sus hombros e incluso las manos también tienen pernos internos para girar y facilitar las labores de ser vestida, explica el restaurador Juan Carlos Álvarez quien, en la presentación oficial de la mejora, asegura que estos mecanismos “se han revisado” y que el grueso de la mejora ha radicado en el rostro.
El profesional partió del conocimiento documental de algunas intervenciones hechas a lo largo de la historia. “La fotografía original de cuando se presentó en Zamora revelaba que había ciertos aspectos que notábamos cambiados como la disposición de las lágrimas que nos indica que había ciertos aspectos que habían sido modificados”, comenta Álvarez que se topó con que “toda la superficie del rostro se encontraba repintada”.
En este punto el restaurador y la dirección técnica, llevada a cabo por Juan Carlos Martín García del centro de restauración de bienes culturales de Castilla y León, y la Cofradía del Vía Crucis, titular de la obra, acordaron eliminar el repinte a fin de recuperar los valores cromáticos y estéticos de Víctor de los Ríos. A punta de bisturí se ha suprimido ese añadido que ha permitido sacar a la luz “una policromía mucho más rica y más acorde con el momento histórico de la hechura de la imagen”, subraya Juan Carlos Álvarez. La descubierta “tiene un tono quizá más ocre y no tan rosado como el repite, pero tiene unos matices mucho más ricos marcando los pómulos o los párpados”, enumera.
En el proceso también se ha procedido a la limpieza de las lágrimas, que “presentaban bastantes restos de adhesivo que le daban un tono amarillento”. Con la mejora se ha comprobado que “son de vidrio y las hemos colocado como originalmente las concibió Víctor de los Ríos y se ha recuperado una en el párpado inferior izquierdo”. La imagen también cuenta con nuevas pestañas dado que únicamente presentaba restos “muy degradados de las originales”, describe el profesional.
En las manos, que no estaban repintadas, la Virgen tenía diversas grietas, suciedad “a veces compactada por la manipulación” y levantamientos de policromía que se “han sentado, reparado y se han retocado de color y se ha aplicado una capa de protección final”, enumera Álvarez quien agrega que durante su labor ha percibido “una diferencia de degradación entre la zona de las palmas con respecto del dorso”.
De cara a vestir la imagen, la restauración ha implicado una serie de mejoras para facilitar la colocación de la toca. Así han efectuado un casquete sobrepuesto sobre la cabeza, efectuado en fibra de vidrio con una almohadilla, sobre el que prender los alfileres que soportan la toca.
Nazareno de San Frontis
También dentro del convenio de la Junta de Castilla y León con las cofradías, que conlleva la financiación las actuaciones al 50%, se ha mejorado el Nazareno de San Frontis. Esta imagen ha sido intervenida en el propio templo zamorano y en aspectos estructurales. “Ha habido que hacer un refuerzo de la estructura metálica que sostiene la imagen” explica el profesional que también ha llevado a cabo una limpieza de pies, manos y rostros o la consolidación de alguna de las espinas.
Convenio de Simancas
Por su parte el restaurador del centro de Simancas que ha supervisado la actuación, Juan Carlos Martín, apunta que “son imágenes de vestir que procesionan y es una de las características que se han tenido en cuenta a la hora de intervenir” en tanto que la jefa territorial de Cultura, Pilar Alonso, aporta el dato de que fruto del convenio entre la Junta de castilla y león y la junta de Cofradías de Zamora “llevamos 47 restauraciones con una inversión total de 280.000 euros”. Además, el presidente de Vía Crucis, Emilio Ferrero, se congratula por la puesta en valor de las dos imágenes que procesionan el Martes Santo y su presidenta de la Esperanza, María José Herrero, quien por primera vez veía a la imagen, reconoce que su alegría por el resultado
