La localidad de Bercianos de Aliste recuperará las históricas y sobrecogedoras procesiones de su Semana Santa, declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León, tras dos años sin poder revivir la devocional pasión y muerte de Cristo a causa de la crisis sanitaria global originada por la pandemia del Covid-19.
Así lo acordó el cabildo de la Hermandad Penitencial del Santo Entierro, presidida por Fernando González Rodríguez, coincidiendo con el primer fin de semana de la Cuaresma.
Volverá la Semana Santa a Bercianos pero lo hará siempre analizando y respetando la situación sanitaria de cada momento, y sobre todo velando por las salud de los vecinos –la mayoría de los hermanos y hermanas son de la tercera edad– tomando las medidas que se consideren oportunas para ello, entre ellas evitar las aglomeraciones de personas en recintos cerrados como pudiera ser el caso de la iglesia parroquial de San Mamés.
Suspensión del pregón
Por este motivo, el único acto que se ha decidido suspender es el pregón de la Semana Santa de 2022, que debería de celebrarse en el templo el día 9 de abril, coincidiendo con el Sábado de Dolores para no dar lugar a que se congregue demasiada gente.
La cofradía del Santo Entierro de Bercianos de Aliste aboga por recuperar la Semana Santa y pide a todos los miembros de la hermandad como a los visitantes el uso de mascarillas para evitar cualquier riesgo de contagios, así como respetar las distancias sociales de seguridad: “Queremos celebrar la Semana Santa y vamos a intentar mantener los rituales y actos religiosos, pero siempre con todas las garantías, y para conseguirlo pedimos la colaboración de todos”.
El Miércoles de Ceniza se inició la cuenta a tras y coincidiendo con el primer sábado de Cuaresma los vecinos revivieron el “Concejo de carnes tolendas” donde los hombres y mujeres del pueblo, jóvenes y mayores, se afanaron en las tareas de limpiar el entorno urbano con vistas a la ya cercana Semana Santa.
Por la mañana, antes de salir a la tarea, para entrar en calor, compartieron la convidada a las sabrosas “fiyuelas” alistanas y chocolate. Culminados los trabajos tenía lugar a orillas del río Aliste la comida de convivencia y hermandad donde brillaban con luz propia los hornazos elaborados por los panaderos Luciano y Demetrio Pérez Blanco, así como callos con patatas y el tradicional escabeche propio de las fechas de la cuaresma alistana.
Concejo y antruejo de carnes tolendas se celebraba ya en Bercianos de Aliste cuando menos hace ya 334 años, según documentos hallados por el antropólogo y profesor José Luis Alonso Ponga.
El visitador del Arzobispado de Compostela, al que pertenecía la Vicaría de Aliste desde el siglo XIII hasta 1888, sentenciaba: “Su merced tiene noticia que en dicho lugar de Bercianos se tiene uso y costumbre el día de Carnes Tolendas, los demás días de ellas y otros de entre año, por los mozos, pastores y otras personas del dicho lugar, de hacer un juego que llaman el Pregón de Casamiento, del que se han confirmado algunos inconvenientes y es contra el servicio de Dios Nuestro Señor y quietud de las almas. Digo que desde luego debo prohibir y prohibo el dicho juego y mando no se use en cosa ni en parte, pena de excomunión mayor late sententiae y de una libra de cera blanca en que su merced da por condenado a cada uno de los que lo hiciere”.
Como la costumbre le parecía muy grave, el visitador de Compostela daba permiso al cura para que se sirviera de la autoridad civil con tal de erradicarla y le incitaba a hacer público su decreto en los lugares de mayor concurrencia de feligreses como, era el caso del ofertorio de la misa tanto en la iglesia de Bercianos como en la de su anejo Campogrande.
