Como todo en el último año, la celebración del Domingo de Ramos en Benavente también fue diferente. Sin embargo, ciertas cosas no cambiaron, como el lugar y la hora de la Misa Mayor: a las 12.00 en la iglesia de Santa María. Eso sí, con menos asistentes, menos autoridades y menos familias esperando fuera la llegada de la procesión de las Palmas. La pandemia impone sus restricciones y este año ha habido que suspender los desfiles procesionales. En su lugar se celebró una Aclamación de Ramos: el paso estuvo expuesto toda la mañana en el interior del templo para que pudieran visitarlo los fieles. Muchos, como manda la tradición, vestidos con sus ropas de estreno y, cómo no, luciendo su palma o su ramo para aclamar al Señor.
A la entrada repartieron a los feligreses ramos de laurel bendecidos al comienzo de la celebración por el que durante décadas fue párroco de Santa María Leovigildo Martín (Don Gildo), flanqueado por el secretario de la Cofradía de la Santa Veracruz, José Antonio Rodríguez; el Alcalde Caballero de la Cofradía del Santo Entierro, Ángel Zorita; y el secretario del Santo Entierro, José María Esguevillas. Ambas hermandades son las cofradías titulares de esta procesión que tradicionalmente abre el programa de la Semana Santa benaventana. Una celebración que congrega a cientos de benaventanos en la subida que parte de la ermita de la Soledad y, también, en el entorno de Santa María a la espera de la llegada del séquito.
Como todo en el último año, la celebración del Domingo de Ramos en Benavente también fue diferente. Sin embargo, ciertas cosas no cambiaron, como el lugar y la hora de la Misa Mayor: a las 12.00 en la iglesia de Santa María. Eso sí, con menos asistentes, menos autoridades y menos familias esperando fuera la llegada de la procesión de las Palmas. La pandemia impone sus restricciones y este año ha habido que suspender los desfiles procesionales. En su lugar se celebró una Aclamación de Ramos: el paso estuvo expuesto toda la mañana en el interior del templo para que pudieran visitarlo los fieles. Muchos, como manda la tradición, vestidos con sus ropas de estreno y, cómo no, luciendo su palma o su ramo para aclamar al Señor.
A la entrada repartieron a los feligreses ramos de laurel bendecidos al comienzo de la celebración por el que durante décadas fue párroco de Santa María Leovigildo Martín (Don Gildo), flanqueado por el secretario de la Cofradía de la Santa Veracruz, José Antonio Rodríguez; el Alcalde Caballero de la Cofradía del Santo Entierro, Ángel Zorita; y el secretario del Santo Entierro, José María Esguevillas. Ambas hermandades son las cofradías titulares de esta procesión que tradicionalmente abre el programa de la Semana Santa benaventana. Una celebración que congrega a cientos de benaventanos en la subida que parte de la ermita de la Soledad y, también, en el entorno de Santa María a la espera de la llegada del séquito.
