Luciano López Gutiérrez, natural de Villalpando, acaba de publicar un ensayo divulgativo sobre la Pasión que lleva por título "Anatomía de la Semana Santa".

-Usted ha publicado sobre Miguel Delibes y el Siglo de Oro, y ahora cambia de tercio por completo. ¿Qué le impulsa a profundizar en la Semana Santa?

-La Semana Santa me impresionó mucho de pequeño. Yo soy de Villalpando y mi familia está bastantes relacionada con la Cofradía de la Vera Cruz y Jesús Nazareno. Mi padre ha sido mayordomo, restableció la antigua procesión de la hermandad y fue cofundador de la banda de cornetas y tambores. De pequeño, siempre me llevaba con él y me quedó esa impresión. De mayor, comencé a reflexionar en qué consistía. Para mí la Semana Santa es una fiesta muy importante desde diversos ámbitos. Lo es desde el punto de vista religioso, donde doy cuenta de su evolución desde el surgimiento, también es un fenómeno cultural que está muy relacionado con la antropología.

-Dentro del pensamiento religioso la publicación recoge distintas voces.

-Me he preocupado de señalar y reflejar distintas voces con respecto a la Semana Santa dado que ha habido gente crítica con la Pasión, tanto ahora como antes, como los erasmistas que consideraban que de alguna manera no reflejaban una buena piedad. En el libro he intentado reflejar una perspectiva global, he intentado aproximar a qué consiste la Semana Santa, desde una perspectiva que se da mucha importancia a la faceta humana de Jesucristo, se presenta a un Dios castigado por la injusticia, muy piadoso y caritativo que hace de sí mismo sacrificio por amor a los otros. Además de este aspecto, me interesaban aspectos relacionados con el arte, la literatura...

-De hecho, las referencias a fragmentos literarios son constantes en cada uno de los capítulos.

-Me ha interesado reflejar cómo escritores de todas las épocas han visto la Semana Santa siempre desde distintas perspectivas. Hay escritores que son encendidos defensores y otros, en cambio, la ven de una manera más crítica. Además, me he interesado por cómo se puede vivir la Semana Santa sin creer en Dios, destacando el aspecto más folclórico que prima más actualmente. La gente disfruta en la Semana Santa, más allá de que se produzca la redención del género humano al través del sacrificio de Jesús, sino porque se une con otros y juntos son capaces, colaborando, de llevar a cabo una tarea. Además, es un fenómeno cultural en el que cada vez son más frecuente que se hagan más representaciones teatrales de Jesucristo y procesionan más personas.

-El libro lo ha articulado de manera cronológica, desde el origen de las cofradías al momento actual ¿por qué?

-Porque me interesa mucho su evolución. Como sucede con las tradiciones, va cambiando para sobrevivir. Se tiene que ir adaptando a las nuevas mentalidades y de alguna manera es un camino inverso porque este tipo de ceremonias condicionan las mentalidades.

-¿Le ha sido complicado exponer aspectos, como los flagelantes, aportando distintas opiniones sin escribir la suya propia?

-En pasajes como ese, ha sido complicado no dar un mi punto vista, pero mi planteamiento es dar una visión lo más objetiva posible. Cuento este fenómeno del que quedan restos en La Rioja. Fue muy polémico porque siempre ha habido teólogos y humanistas que han estado a favor y en contra, como Quevedo que describió los escándalos en el Siglo de Oro alrededor de los disciplinantes que más que azotarse por piedad, lo hacían para demostrarle a sus damas que eran ´mártires de amor por ellas. Un aspecto que no es muy conocido. He disfrutado mucho leyendo las fuentes y he incluido leyendas y curiosidades que pueden entretener al lector, como una señora del Bierzo que se fue andando a Tierra Santa en el siglo IV.

-Aborda el fenómeno de la Semana Santa desde distintas perspectivas y desde varias latitudes, sin mojarse a favor de una u otra, aunque efectúa muchas referencias a la manifestación en Tierra de Campos y en la capital...

-Era inevitables (risas), pues son las que más conozco y la que siento más cercana. No obstante, hay que ver las distintas variedades, ya que se tiende a despreciar lo que no es lo tuyo. La diferencia, sin duda, guarda relación con el clima, pues en Andalucía, aunque a veces llueve, ya ha estallado la primavera cuando en Castilla todavía puede hacer frío.

-La mayor dificultad de este volumen ¿en qué ha residido?

-Para mí sorpresa no ha habido ninguna. Habitualmente lo más laborioso es encontrar una editorial, pero en este caso a la primera que le remití el libro me respondieron en unos días remitiéndome el contrato.

-¿En qué está trabajando en estos momentos?

-Estoy preparando un libro sobre la copla desde un punto de vista muy amplio, desde el influjo que tuvo la mentalidad de la época para explicar cómo son, su métrica relacionándola con Rafael de León. Me gustaría desagraviarla porque dicen que fue un instrumento del franquismo y porque la gente menosprecia la poesía cantada y recitada.