Cristo resucitó y salió ayer a las calles para anunciar su triunfo universal. Para muchos hombres y mujeres de los pueblos de Zamora fue un privilegio cargar sobre sus hombros con la talla victoriosa de Jesús y llevarlo al encuentro de su madre, un papel que en el caso de Fuentesaúco queda reservado para los hombres recién casados de la villa, mientras que la Virgen es portada por cuatro quintos. El encuentro se celebra en todos los casos con salvas, petardos, vivas o incluso la suelta de palomas, como en Villalpando. El fin de la Semana Santa y el inicio de la Pascua se suele celebrar con copiosas comidas en familia o entre amigos, donde se aprovecha para degustar los manjares que los católicos practicantes no deben probar durante el triduo pascual. En el caso de Venialbo, la comida se realiza al aire libre en el Monte Coto, todo el pueblo junto, como en la primera romería del año.