Con la vista puesta en el cielo, Fuentesaúco pudo celebrar la Procesión de la Pasión que caracteriza la tarde del Jueves Santo en una de las representaciones más singulares del mundo rural zamorano. Cofrades de la hermandad del Ecce Homo, Nazarenos, algunos descalzos, y de la Virgen de los Dolores, a los que este año se ha sumado por primera vez la Cofradía del Silencio, se congregaron junto a los saucanos en la misa de la Cena del Señor en la iglesia de San Juan Bautista.

El acto dio paso a la procesión con las diferentes cofradías realizando un sobrio y respetuoso recorrido por varias calles de Fuentesaúco. Los del Ecce Homo con túnica blanca y capirote morado, la Hermandad del Nazareno, con sus inconfundibles túnicas moradas, completamente tapados, con la corona de espinas y cargando con las cruces en una de las estampas más sobrecogedoras de la Pasión saucana. Acompañando a la doliente Virgen de los Dolores las hermanas de la Cofradía, de luto riguroso envueltas en las capas.

Una procesión de la Pasión este año enriquecida con la presencia de la Cofradía del Silencio, y su imagen titular del Cristo de la Agonía, que aceptó de buen grado la propuesta de la Junta Pro Semana Santa para sumarse al desfile de la tarde del Jueves Santo. Además de las imágenes titulares de las cofradías, en la Procesión de la Pasión desfilan también los pasos de la Oración del Huerto, Jesús atado a la columna y el Cristo de la Zarza. Y cerrando, los sones de la banda de música Charrabanda.