Silencio y fervor. El Miércoles Santo los hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud finalizaron el triduo a este Cristo, que cuenta con numerosos devotos en la ciudad. La homilía fue oficiada por Millán Núñez Ossorio.

Con la vista puesta en el cielo por posibles precipitaciones, la cofradía celebró la liturgia en la iglesia de la Virgen del Carmen de Renueva, abarrotada, como viene siendo costumbre.

Tras el triduo llegó el momento del juramento del silencio. Decenas de cofrades fueron tomando posiciones en el altar mayor para uno de los momentos más intimistas de la Semana Santa benaventana, el juramento del silencio. Tras escuchar al hermano mayor de la hermandad, uno a uno fueron jurando silencio, flanqueados por las dos imágenes de la cofradía, Jesús Flagelado y el Cristo de la Salud, y la parroquia enmudeció.

Llegó el momento de salir a la calle. Dudaron los cofrades por la amenaza de lluvia. Comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia y prepararon los plásticos para cubrir las imágenes en caso de necesidad.

Los cofrades se dispusieron en fila hasta la calle Cervantes. Salió el Flagelado y el Cristo de la Salud. Apenas pudo avanzar la procesión unos metros y comenzó a llover con fuerza. Los costaleros optaron por cubrir los pasos con plásticos y finalizó el silencio. La procesión cambió de rumbo hacia la iglesia del Carmen de nuevo. y a las puertas el Cristo de la Salud enfiló la entrada siguiendo el ritmo del tema "Getsemaní" que hizo sonar la banda de música Maestro Lupi. Decenas de personas le acompañaron.