El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidió ayer la misa crismal, concelebrada con la mayor parte del clero diocesano. En la homilía, el prelado incidió en la "fraternidad y comunión" en la que han de vivir los sacerdotes y añadió que esta eucaristía ha de servir para "hacer diócesis". Por otro lado, afirmó que "el futuro está en manos de Dios" y que ni el obispo ni los presbíteros "sabemos adónde vamos" porque solo Dios tiene la respuesta. También les urgió a que confiaran y estuvieran con el Señor y mientras tanto: "Tengamos sentimientos de comunión y fraternidad". Tras la homilía, los sacerdotes renovaron las promesas de su ordenación y el obispo bendijo el óleo de los enfermos, el de los catecúmenos y consagró el Santo Crisma.

La Catedral alberga hoy la misa del Señor a partir las 17.00 horas y al concluir tendrá lugar la Hora Santa en la capilla de San Ildefonso.

Por otro lado, la capilla del Seminario estará abierta esta madrugada tras la finalización del Yacente, a partir de las 02.15 horas, como "espacio de recogimiento y oración alternativo al bullicio de la noche en la ciudad".