En una tarde absolutamente primaveral los cargadores de los distintos pasos de la Hermandad de Jesús de su Tercera Caída trasladaron las imágenes desde el Museo de Semana Santa y la Panera que la Junta de Cofradías tiene en el Casco Antiguo hasta la iglesia de San Lázaro, donde quedarán preparados para salir en procesión en la tarde del Lunes Santo.

Las previsiones del tiempo no son demasiado optimistas para la tarde del lunes, pero habrá que esperar hasta última hora, ya que los chaparrones primaverales son impredecibles y se pueden abrir ventanas entre las nubes que permitan salir en procesión sin mayores problemas. De momento lo que se vivió ayer fue una tarde de traslado vivida en clave de hermandad y camaradería entre los propios cargadores y las decenas de amigos y familiares que realizaron con ellos el recorrido hasta el barrio y los que esperaban a las puertas de la iglesia para contemplar la llegada.

El Cristo de la Tercera Caída está todo el año en la iglesia de San Lázaro, si bien la mesa en la que sale en procesión está en la Panera de la Junta Pro Semana Santa, por lo que los cargadores la trasladaron desde la calle Doncellas a la plaza de Santa María La Nueva. El mismo camino recorrieron las otras dos piezas que se pueden considerar también auténticos pasos de esta Hermandad, debido a su simbolismo e importancia en el desfile, como son la Cruz de Yugos y la Corona de Espinas, hecha con arados, ambos de José Luis Alonso Coomonte. Reunidos todos los grupos esperaron la salida del Museo de la Virgen de la Amargura y la Despedida, que son los otros dos pasos de la Hermandad conocida como de los "excombatientes".

Coro y emblemas

Y los pasos, convenientemente tapados con sus fundas negras de tela con el anagrama de la Hermandad, y arropados con sus respectivas comitivas, completaron el camino hasta San Lázaro, escoltados por la Policía Municipal, que tuvo que cortar puntualmente el tráfico en determinadas intersecciones para evitar conflictos de coches y peatones.

El de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída no es más que uno de los numerosos traslados de mesas y enseres que la mayor parte de las cofradías tienen que llevar a cabo en los días previos de sus respectivos desfiles procesionales. Sin ir más lejos, los miembros del coro de la Hermandad , que a partir de este año está formado por 50 personas, se reunió ayer tarde para ensayar el cántico de "La muerte no es el final", en el acto de la Plaza Mayor.

Por otra parte, numerosos edificios del recorrido de la Hermandad de la Tercera Caída tienen ya en sus balcones las telas decoradas con el anagrama de la cofradía.