María Alonso Negro debutó ayer como hermana de paso en el grupo escultórico de la Conversión del centurión. Esta joven, a quien su padre apuntó a la cofradía al día siguiente de permitirse el acceso de la mujer, ha aguardado durante tres años para situarse bajo los banzos. "Cargo con mucha emoción. Hace calor, pero con la ilusión se lleva bien" manifestaba.