Villanueva del Campo culminó la novena a la Virgen de los Dolores con una solemne procesión que partió de la iglesia mudéjar de Santo Tomás, del siglo XIII, y recorrió las calles Barrero, Cuesta, Silos, pasando junto a la cébre "casa del inquisidor" y la calle Santo Tomás. A pesar del fuerte viento, cientos de devotos arroparon a las imágenes de la Dolorosa y del Cristo Crucificado, que también estuvieron acompañadas por los legionarios veteranos de Valladolid. Tras el desfile, todo el pueblo despidió a su Virgen cantando la Salve y los caballeros también entonaron los himnos propios de su cuerpo.