La localidad de Bercianos de Aliste se metió de lleno esta tarde en la celebración de su sobrecogedora Semana Santa, declarada Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León, en una tarde marcada por la amenaza de lluvia y un frío más propio del invierno que de la primavera.

Fernando Lorenzo Martín, capellán de la cofradía del Santo Entierro y arcipreste de Aliste y Alba, iniciaba a las 16.30 horas, la Eucaristía de la Cena del Señor. La ancestral tradición de Jueves Santo volvió a cumplirse como año tras año desde hace ya cincos siglos: hombres y mujeres cantaron el Gloria y las campanas, con sus nuevos yugos de madera de abeto de Noruega, repicaron por ultima vez, antes de guardar silencio en señal de luto por la Muerte de Cristo. Hasta la Vigilia Pascual de Sábado Santo la matrácola será quien llame a los penitentes.