Respeto y recogimiento. La Procesión del Silencio recorrió en la noche de ayer las calles de Benavente enmudeciendo la ciudad a su paso. Los cofrades del Santísimo Cristo de la Salud celebraron ayer la Procesión del Silencio que, por momentos, temió la lluvia y hicieron todo lo posible por acortar el emblemático acto del juramento del silencio. Primero fue la misa, en una iglesia abarrotada de gente. En el tercer día del triduo al Cristo de la Salud, la homilía corrió a cargo del párroco Tomás Calero. Después los cofrades fueron haciéndose sitio y se colocaron en el altar mayor, custodiados por las dos imágenes de esta cofradía, el Flagelado y el Cristo de la Salud, a escuchar al hermano mayor leer unas peticiones al Cristo de la Salud, algo que no se hace habitualmente.

Vestidos con túnica blanca y caperuz de terciopelo rojo y portando un hachón, que iluminaría más tarde las calles a su paso en destile procesional, los cofrades del Silencio le pidieron al Santísimo Cristo de la Salud "que nos des fuerza y valentía para seguirte, pues tú eres el camino y si caminas por verdes sendas, te seguiremos; si el camino se hace tortuoso, te seguiremos, si caminas entre espinos, te seguiremos. Que nos enseñes a amar al prójimo, pues amando a nuestros semejantes, te amamos a ti. Enséñanos a compartir con el necesitado, a ser consuelo en la enfermedad y dolor. Que ilumines nuestro camino para superar los miedos de estos tiempo en los que vivimos".

Este Miércoles Santo la Cofradía cumplen los 75 años de su fundación y no se ha olvidado de pedir "por nuestros padres y familiares, amigos y compañeros que nos enseñaron y compartieron esta devoción, con el paso del tiempo se ha secado el agua de las lágrimas de nuestros ojos, pero la fuente del recuerdo permanece viva".

Luego fueron uno a uno jurando en silencio antes de salir a la calle, arropados por numerosos devotos, a iniciar una lenta procesión por la calle Cervantes hasta la Encomienda y la Plaza Mayor. La subida hasta este lugar se hizo entre tinieblas y a su paso, la procesión enmudeció a los vecinos y visitantes que no han querido perderse esta cita procesional.

Tras el Cristo de la Salud decenas de personas acompañaban el recorrido por las calles, en silencio. Desde la Plaza, volvieron los pasos a la iglesia del Carmen por la calle Zamora.