La tradicional bendición de las palmas y la tradicional procesión por las calles del casco antiguo -desde el Convento del Corpus hasta la Catedral de Zamora- supusieron ayer el primer acto del Domingo de Ramos, acto que contó con la presencia de autoridades políticas de Zamora, presidentes de todas las cofradías y con la asistencia de decenas de zamoranos. La procesión discurrió por el casco antiguo con la presencia del Coro de San Ildefonso. Una vez llegados al a Catedral de Zamora el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ofreció la tradicional misa del Domingo de Ramos ante una nutrida representación de fieles.