Los cofrades y devotos de la villa de Fuentesaúco llevan con rigor espiritual el programa procesional de Samana Santa y ayer, Jueves Santo, asistieron a la misa de la cena del Señor en la iglesia de San Juan Bautista, para a continuación participar en la procesión de la Pasión y, a partir de las 23.00 horas en el Vía Crucis de la hermandad de Jesús Nazareno.

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La jornada de pasión del miércoles estuvo marcada por la procesiones del Ecce Homo y luego del Cristo de la Agonía, que partieron desde el templo de San Juan para dirigirse a la Plaza Mayor. Los cofrades del Santo Ecce-Homo y la Cofradía del Silencio vistieron sus respectivos hábitos y prueba de la pasión esgrimida por algunos cofrades es que hicieron el recorrido despojados de sus calzados y a pie limpio.

Son cofradías representadas por penitentes con caperuza, en el caso del Ecce Homo la túnica es blanca y la caperuza azul , en tanto que la del Silencio van tocados con caperuza roja.

Son cofradías que van acompañadas de dos excepcionales pasos. El Ecce Homo porta un busto de Cristo con espinas y los cofrades del Silencio una excepcional talla del siglo XVI del denominado Cristo de la Agonía cuyo rostro doliente y con los ojos abiertos dota de un profundo dramatismo a la imagen, reforzado si cabe por la oscuridad nocturna en la que transcurre la procesión. El hecho de discurrir a media noche y mantenerse los asistentes en un absoluto silencio fue una atmósfera que marcó el espíritu de los saucanos.