El sacerdote de Villaralbo, Antonio Jesús Martín de Lera, ha bendecido los ramos a las puertas del templo de Nuestra Señora de la Asunción poco antes de que comenzara la primera procesión oficial, la del Domingo de Ramos.

Cofrades y los fieles han parrido desde la Plaza Mayor en el desfile oficial, encabezado por la Banda de Cornetas y Tambores en una jornada en la que lucía el sol primaveral y en la que los cofrades, vestidos con túnica de raso blanco y caperuz rojo, se quejaban del calor extremo que les hacía sudar la gota gorda en su recorrido por las calles Fernando Gutiérrez, San Ildefonso, Julio Luelmo o la Plaza de Almícar Ferrón.

La hermandad, que cuenta con 126 cofrades supone una puesta de largo para muchos niños que ayer lucían su atuendo hebreo y marchaban bien solos o acompañados por familiares, junto al paso de la Borriquita, que era portado a hombros por los mozos del pueblo en una procesión que presidía el sacerdote y a la que seguían las autoridades, encabezadas por la alcaldesa, Ana Belén González, además de muchas otra personas que vestidas de calle formaban con sus ramos de laurel la comitiva de largas filas que daba la bienvenida a Jesús entrando en Jerusalen aclamado por la multitud. La banda del Maestro Nacor Blanco cerraba el desfile.