"Es una imagen de muy bella factura, armónica en su conjunto que responde al prototipo de imagen procesional. Es una talla que sigue los cánones levantinos más que castellanos" defiende el escultor Ricardo Flecha a la imagen de La Magdalena, realizada por un desconocido Ángel Marcé en el año 1892.

El motivo del encargo a este imaginero catalán a fecha de hoy todavía es un misterio pero existe "una obra muy similar en Jerez de la Frontera" atribuida también al imaginero catalán, menciona Flecha.

Marcé optó por una imagen con la cabeza, pies y manos de tallados en madera de pino de Navarra y el resto, un armazón de madera de pino para vestir. "El modelado de su pelo es magnífico y se ha resuelto muy bien la incorporación del traje negro", aprecia Flecha Barrio quien también considera "un acierto" la corona que porta. La imagen la dona Florencio Alonso Redoli, quien no era hermano de la cofradía del Santo Entierro, mientras que el actual pomo lo regala Dionisio Alba Marcos. Además, el benefactor de La Magdalena regala en 1912 la mesa, "la única de estilo art déco que procesiona", recalca Ricardo Flecha que añade que "a partir de ella se utiliza la mesa de grandes ventanas y no policromadas". La estructura la diseña Ildefonso López y la construye Julio Gómez "El Chepa", quien Flecha estima que trabajaron en el taller de Ramón Álvarez.