Alcañices celebró ayer, Miércoles Santo, la procesión nocturna del Silencio que vio truncada una tradición de siglos ya que al no poder pasar por la Nacional 122, sí salió de la iglesia de la Virgen de la Asunción, pero no pudo procesionar hasta el templo de la Virgen de la Salud. Al llegar a la Plaza Mayor la procesión se desvío por la avenida de Castilla y León hasta la Casa Cuartel de la Guardia Civil, donde se dio la vuelta regresando por el mismo camino.

Hoy llega Jueves Santo con los cambios obligados por las prohibiciones de procesionar por la Nacional 122, que solamente se podrá cruzar dos veces, ida y vuelta, frente al Santuario Mariano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, donde será la Misa de la Cena del señor a las 16 horas. Tras ella saldrá la procesión de la Vera Cruz. Una vez fuera se cruzará la travesía de la Nacional 122 para seguir por la calle Carretera Rabanales y continuar por San Andrés, hasta el cruce con Hospital para seguir por Labradores, donde se volverá a cruzar al santuario Franciscano. Efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional de Fronteras y Protección Civil de Alcañices controlarán el corte temporal del tráfico rodado mientras cruza la procesión para garantizar la seguridad vial y ciudadana.