El Cubo del Vino y El Perdigón son los dos pueblos de la comarca del Vino en los que ayer sacaron a la calle los primeros desfiles procesionales que marcan el preludio de la Semana Santa 2017. La Cofradía infantil del Silencio que se creó en El Cubo del Vino a mediados de los sesenta acusaba este año la escasa presencia de niños que participaban y cargaban con los pequeños pasos donados por un notable vecino de la localidad, Manuel Vázquez, quien entregó las tallas de la Piedad y El Nazareno a la parroquia cuando ejercía de sacerdote Alfonso Ortiz . "Mas tarde otra familia donó La Dolorosa, y el Crucificado ya pertenecía a la iglesia", explica Loli Santos encargada ayer junto algunas madres de organizar la procesión. Con la petición del silencio por parte del cura José de la Prieta en la iglesia de Santo Domingo del Guzmán se iniciaba ayer el desfile que abría un Nazareno con la cruz a cuestas, al que seguía el paño de la Verónica y los cuatro pasos que portaban a hombros los más pequeños. La promesa del silencio era respetada al máximo por los participantes, lo que despertaba la admiración y el respeto por parte de los mayores, "porque incluso cuando se le apaga la vela y paso yo como encargada de la procesión ni me llaman, me tocan en el brazo para pedirme mecha", relata Loli Santos, que poco antes del inicio de la procesión se afanaba en tener todo a punto colocando las flores al paso del Nazareno, y adornando a las vírgenes de La Dolorosa y La Piedad.

Los cofrades, vestidos con camisa o jersey blancos y pantalón negro solo abrían la boca para rezar en compañía de los fieles que seguían a su lado el desfile durante las tres estaciones que se realizaban en distintos puntos del itinerario. La última, en la puerta de la iglesia antes de retornar los pasos a su interior, después de haber transitado por la travesía de Portugal, calle Toro, plaza de la Cárcel, del Conde Retamoso Plaza Mayor y Santo Domingo de Guzmán donde se rezaba el ultimo responso antes de entrar en el templo.

En el pueblo de El Perdigón la Hermandad Penitencial del Cristo de la Misericordia desfilaba a las once y media de la noche rezando el vía crucis durante el recorrido. Los 60 cofrades vestían cogulla, que es hábito monacal crudo con capillo, y sacaban a la calle un campanil y la talla del Cristo de la Misericordia. Este primer desfile de El Perdigón da paso hoy a la procesión del Nazareno que se inicia a las 18.30 horas.