Pocos actos logran unir en un mismo escenario a todas las autoridades políticas y religiosas zamoranas. La Pasión y, en concreto, el acto inaugural de la Semana Santa, es uno de ellos. Esa llamada a la unión fue la que promulgó el director de la banda de cornetas y tambores de la cofradía de Jesús Nazareno, Miguel Fernández, tras recoger el Barandales de Honor en reconocimiento a su trayectoria. "Os animo a todos a seguir trabajando juntos porque solo juntos se consiguen los grandes retos para esta tierra", dijo en nombre de las 105 voces que componen el conjunto musical.

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Semana Santa en Zamora: Pregón oficial

Fernández puso su foco en "todas las damas y hermanos que en 1987 salían por primera vez con banda propia". No olvidó tampoco a "esas madres y abuelas que son el ir y venir de nuestros ensayos, a esos cargadores que nos dedican una voz de aliento pese al cansancio y a esas directivas que representan a más de 25.000 zamoranos". El director subió a recoger su reconocimiento junto a José Carlos García Vaquero, uno de los veteranos de la banda, muy emocionados por el merecido reconocimiento.

Ese llamamiento a la unión fue recogido por la propia Isabel García, para quien la Semana Santa "es sinónimo de dedicación y de renovación de nuestra fe". Con las miras puestas en la procesión de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, marcada por "la alegría de los niños con la que renovamos una nueva Semana Santa", la presidenta ahondó en el transfondo del desfile: "Con ellos empieza la Semana del futuro", apuntó durante una de sus intervenciones.

Hasta el escenario del Ramos Carrión subió no solo un periodista -el pregonero Sergio Martín- sino dos, con el veterano Antonio Casado: "Soy el pregonero del pregonero", dijo para presentar a su compañero de profesión, "un hico de La Horta de 39 años y el periodista de moda porque aporta chispa, frescura y modernidad". Sobre las tablas y como si se tratara de un monologuista que captó la atención del público, aludió al "curioso maridaje" que implica "un acontecimiento que ocurrió hace más de 2.000 años y que ahora rememoramos al dictado de la fe -dirigiéndose al obispo- y de la antropología -en claro guiño al alcalde, Francisco Guarido-. Él mismo auguró lo que poco después comprobaron los asistentes: "Un pregón atípico, diferente, porque el oficio de Sergio no es indagar en el significado del hecho religioso sino recrearse en sus recuerdos... porque no todos vivimos por igual la Semana Santa", parafraseó.