El obispo, cuyo discurso fue interrumpido en más de una ocasión por los aplausos del público, fue el encargado de cerrar el acto oficial de la JPSS. "Hermana... ¡Cuánta lucha hasta que ha salido una mujer, eh!", reflexionó con afecto Gregorio Martínez Sacristán mientras cogía de la mano a García Prieto.

Martínez Sacristán lanzó un mensaje muy claro a los zamoranos: "Tenéis algo único en el mundo que es vuestra Semana Santa, un gran valor que debéis siempre recordar cuando las cosas no os vayan bien, podéis sacarlo adelante", pronunció. Marcado por las anécdotas que el periodista Sergio Martín dejó caer de forma rítmica durante su pregón, el obispo no se quedó atrás y quiso compartir una con el público: "Durante una procesión de Jesús en su Tercera Caída, un cargador del paso de la Amargura se me acercó y me pidió que si podía rezar con ellos un Padre Nuestro. Y allí fui con ellos. Rezamos. Os diré que ese Padre Nuestro me supo a ese pan recién hecho fresco que está deseando ser comido. Allí estaba yo, junto a esos hombres llenos de sudor rezando conmigo bajo aquella imagen. Esto es la Semana Santa de Zamora y éste es mi homenaje a ellos, a los últimos, porque gracias a ellos siguen vivos los grandes misterios de la fe".