Las "mujeres alistanas, trabajadoras y sencillas, madres, abuelas, hijas y nietas, fueron, son y siempre serán parte vital de la religiosidad y solidaridad de la Pasión de Cristo en Aliste y la garantía junto a sus maridos, padres, hijos y nietos para preservar la fe y la tradición más pura arraigada desde hace siglos en esta acogedora tierra alistana".

Así lo sentenciaba ayer, Sábado de Dolores, en la iglesia parroquial de San Mamés de Bercianos, ante el Cristo Yacente y su madre la Virgen Dolorosa", el sacerdote Pedro García González, responsable de Orientación de los colegios "Gredos-San Diego" de Buitrago (Madrid), en el pregón oficial de la Semana Santa de Bercianos: Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León.

E incidía: "Al igual que en los monasterios Carolingios la mujer tuvo un protagonismo excepcional en la iluminación de los manuscritos y ceremonias del descendimiento, en esta cofradía del Santo Entierro de Bercianos ha tenido y tiene un protagonismo fundamental, no sólo en la reconstrucción de la vestimenta originaria (ellas elaboran la túnica y mortaja blanca de lino con la que procesionan sus maridos en el Santo Entierro de Viernes Santo: compañera de su último viaje), sino de toda la indumentaria del pasado (Proceso de la lana de oveja negra que luego se convertía en Capa Parda de Honras y Respeto), y sobre todo en la preparación comunitaria de las celebraciones litúrgicas, en la solidaridad y en la caridad tal como la vivimos en todos nuestros pueblos de la comarca de Aliste y la región de Tras Os Montes".

Allí, mirando de frente al histórico Cristo, a los alistanos y alistanas, García González aseveraba: "Los seres humanos somos el Aliste, un río, el vuestro, con dos orillas: la acción y la reflexión. La oración es el puente entre estas dos orillas, y orar es buscar el sentido de esta vida".

Señalaba así mismo, en tiempos de dolor, de guerras, atentados terroristas como el de Estocolmo y desplazados, que "El Papa Francisco y con él nuestro obispo Gregorio, nos invita a vivir aquí y ahora la misericordia de Cristo en las periferias del mundo, donde hay sufrimiento, hay sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones".

La iglesia de San Mamés guardó respeto y silencio para escuchar sus palabras: "La cofradía de la Vera Cruz y del Santo Entierro de Bercianos de Aliste, como los monasterios bizantinos, se ha convertido, en un ámbito fe y cultura del Cristianismo y un bien de interés cultural para la humanidad, hoy protegido y cuidado como patrimonio por la sociedad española" y sentenciaba "Esta Semana Santa, la vuestra, es un ejemplo de fe y religiosidad, un legado de oro de vuestros antepasados que debéis trasmitir a las nuevas generaciones como parte de vuestras vidas, vuestra historia y vuestros orígenes".