El Lignum Crucis de Alcañices volverá a procesionar en la Semana Santa de la villa tras décadas en el olvido en el desfile programado para las 16 horas del Jueves Santo. Para ello un carpintero está realizando una Cruz donde desfilará protegida la sagrada reliquia.

El Lignum Crucis es una de las reliquias más importantes del cristianismo al tratarse, supuestamente, del madero utilizado por los romanos para crucificar a Jesús de Nazaret, el mismísimo lugar de la muerte del mesías. El de Alcañices fue hallado por casualidad por el párroco Héctor Galán Calvo en la iglesia alcañizana.

El madero donde según la tradición cristiana fue crucificado Jesús habría sido hallado por Elena, la madre del emperador Constantino, en su visita a Jesuralen entre los años 325 y 327, tras el Concilio de Nicea. Otra de las teorías es que habría caído en manos de los musulmanes y allá por el año 638 fue recuperado por los cruzados y luego se le encomendó su custodia a la Orden del Temple. Se da la curiosidad de que los caballeros templarios estuvieron asentados en la villa de Alcañices y en el castillo de Alba de Aliste, y existe constancia de varios de ellos en las cruzadas a Tierra Santa de Jerusalén.

El Lignum Crucis de Alcañices no es la única reliquia relacionada con la muerte de Cristo en Aliste. En Puercas de Aliste se venera cada 24 de agosto, fiesta de San Bartolo, una reliquia guardada dentro de un estuche con su documento de autentificación. Al parecer se trata de un fragmento que se desprendió del interior del hoyo en que estaba fijada la cruz con ocasión de su cubrición con láminas de plata. Fue traída a Puercas en 1769 por Fray Silvestre Baz.