Tiene un poso la pequeña iglesia del Espíritu Santo que convierte los actos que acoge en ceremonias únicas, irrepetible. Quizá sea por las oraciones que han escuchado sus muros en sus más de ocho siglos de vida, quizá porque es uno de los escasos templos de la ciudad del que se conserva el acta original de consagración. O, muy posiblemente, por la traza de este Crucificado, que mezcla detalles románicos -como el edificio que lo custodia durante el año- y golpes de gubia góticos. La forma en la que el maestro que lo talló quiere expresar el dolor del Crucificado que mañana inaugura los desfiles oficiales de la Pasión después del Traslado de esta noche. Y así lo expresó el capellán en la oración que prologó anoche el descendimiento de la imagen.

La secuencia del evangelio de san Juan leída por José María Diego es "la Pasión, Muerte y Resurrección" que estos días "se representará" en las calles de la ciudad. Esto es, un "espectáculo" en el que el capellán deseó que "la fe nos ayude a todos". Procesiones como la de este Viernes de Dolores significarán "o bien que Jesucristo tiene razón o que cada uno viva como pueda".

Así de solemne se presentó el sencillo acto que se convierte en un hito "importante" porque el Santísimo Cristo "no es una obra de arte", sino que representa la muerte "por la que pasaremos todos los cristianos". Se refería el capellán al descenso del crucifijo del muro del presbiterio para situarlo a los pies de la zona más sagrada del templo.

Y como todo lo que ocurre en el Espíritu Santo es especial, el canto del Christus Factus Est por el coro de la cofradía vistió el traslado de la imagen de la hermandad impresionando, como siempre, a los presentes en la nave del templo. La pieza Adoramus Te, de Miguel Manzano, puso el broche a la ceremonia. Terminada la sencilla maniobra, los primeros hermanos de la cofradía y fieles del barrio se acercaron a besar los pies del Crucificado, en una acto que tendrá su prolongación esta tarde, entre las cinco y las nueve de la noche.

Traslado de enseres

Minutos después de celebrar el descenso del Santísimo Cristo, los hermanos trasladaron enseres clave para el desfile de mañana por la noche. Desde la panera de la Junta pro Semana Santa regresaron el Campanil y las andas de la imagen titular. Todo listo ya para el besapié de esta tarde y la procesión, mañana, a las 22.30 horas.