El gremio de la hostelería apostará por mejorar la política de precios para tratar de eliminar el botellón del Jueves Santo. Azehos propondrá a los establecimientos de ocio nocturno de la capital, en una próxima reunión una serie de iniciativas que buscan acercar a los jóvenes al interior de los bares. Propuestas lúdicas pero también económicas. La guerra de los precios llegará a la ciudad durante la Semana Santa, aunque el objetivo de los hosteleros es más ambicioso: erradicar por completo este tipo de celebraciones a lo largo del año. Al igual que se hizo con las fiestas clandestinas de Nochevieja, los hosteleros pondrán toda la carne en el asador para zanjar de una vez por todas un problema que afecta a la capital cada fin de semana.

Representantes del Ayuntamiento de Zamora, Azehos y la Junta pro Semana Santa mantuvieron ayer una reunión en sede consistorial para abordar la problemática del botellón del Jueves Santo en el parque de San Martín. El presidente de los hosteleros zamoranos, Óscar Somoza, planteó a los colectivos implicados las propuestas que desde el gremio se van a hacer para erradicar esta celebración. "El botellón es un problema que nace con la crisis. Por eso vamos a intentar que todos los establecimientos realicen una buena oferta de precios, lo suficientemente razonable como para que el botellón no sea rentable", explicó. "La colaboración con el Ayuntamiento y la Semana Santa será completa y el objetivo final es acabar con los botellones en Zamora", comentó Somoza.

La presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García, valoró esta iniciativa en tanto en cuanto el colectivo ha sido gravemente perjudicado a lo largo de los últimos años. "Es un problema que nos afecta de lleno y no queremos que se asocie la Semana Santa al botellón del Jueves Santo. La Semana Santa no es beber, aunque tampoco estamos en contra de que los jóvenes se diviertan. Solo pedimos prudencia", expresó.