"Que os manden a otro". Jesús Campos se quitó el cuello el emblema de la hermandad y lo dejó sobre la mesa. Fue al final de la asamblea de la Vera Cruz celebrada ayer en el Colegio Universitario, cuando el presidente, Teo Hernando, dio el último turno de palabra al capellán y Jesús Campos Santiago se despachó a gusto sobre todo para reprochar a la directiva que mantenga la expulsión del expresidente, Robustiano (Chano) Lorenzo Sevillano, a pesar del acuerdo alcanzado para que éste restituya a la hermandad 5.094 euros. "Hizo una gestión chapucera y le sobró un mandato, pero Chano Lorenzo no se ha llevado ni un euro", dijo el capellán.

En el transcurso de la asamblea la directiva había explicado el acuerdo al que se ha llegado con el anterior presidente. Constata que durante el mandato de Chano Lorenzo la cofradía adquirió 2.300 cruces y las pagó, 43.536 euros. En el informe de auditoría afloró un desfase de 11.273 euros, aunque Chano Lorenzo presentó facturas para justificar 6.158 euros. Los 5.094 euros restantes los ha abonado ya el expresidente, expulsado también como hermano.

Pues bien, en su turno de palabra el capellán acusó a la directiva de incumplir el mandato de la asamblea, por lo buscar el final del conflicto, de "decir verdades a medias" respecto a todo el proceso y sobre todo de falta de generosidad para con Chano Lorenzo por no readmitirle.

Mientras algunos hermanos protestaron indignados por la intervención del capellán, que cargó contra la directiva, lo que motivó el plante del sacerdote, otros le animaron a seguir. Y acabó su alocución, en los mismos términos. Dijo que el informe de cuentas realizado en este caso no es una auditoría, que se mostró parte del acuerdo con Chano Lorenzo pero se cortó la zona superior del escrito. "No es de recibo expulsar a un hermano sobre el que no pesa acusación civil ni condena judicial alguna y por el contrario mantener en el seno de nuestra cofradía situaciones legalmente, judicialmente un tanto diferentes. Sobra decir más", espetó el capellán a los atónitos directivos. Reprochó a la directiva que no participara el pasado año en la eucaristía del Jueves Santo, "no hay disculpa para esta ausencia". Y recriminó el intento de la directiva de llevarse a la Virgen de los Dolores desde la iglesia de San Andrés a Santa María La Nueva, pretextando la existencia de humedades y xilófagos. Reconoció la existencia de varios informes, algunos en curso, por ejemplo de Patricia Ganado o Javier Casaseca sobre las condiciones de la capilla. "Pero ello no justifica la decisión del traslado unilateral de una imagen, por mucha propiedad que se tenga" y que paralizó el propio capellán.