El director regional de COPE Castilla y León y destacado semanasantero, definió el silencio, "para transformar las calles en un inmenso templo en el que cofrades y espectadores nos unimos a ti para acallar el ruido y la convulsión que nos rodea". Silencio "para pensar en lo que podemos hacer cada uno de nosotros y todos juntos, silencio de nuestra Zamora que estos días se vuelca en su Semana Santa y se muestra al mundo con fuerza e ilusión, con una mentalidad hospitalaria y abierta que desgraciadamente no siempre somos capaces de mantener". "Rezar, Señor, apuntó Jaramillo es también rebelarnos contra situaciones incomprensibles e injustas ante las que guardamos silencio con la excusa de que nada podemos hacer. Tú nos enseñaste que jamás hay que rendirse, que debemos ser constantes y luchar, que cada uno de nosotros es un tesoro en el mundo y que podemos hacer mucho por los demás. Por eso, Señor, rezar es hoy más que nunca pedir por la paz, por no encogernos de hombros ante los martirios de nuestro siglo y porque ideas y creencias se unan y dejen de ser motivo de enfrentamiento. Rezar, en definitiva, es ser honestos con nosotros mismos y con los demás, reconocer que en ti está la esperanza y junto a ti nos espera la resurrección". Y despidió la plegaria pelando directamente a la imagen del crucificado: "Cristo de las Injurias, en esta Plaza de la Catedral, los zamoranos y los que hasta nosotros han venido, nos abrazamos a tu cruz, nos unimos al Papa Francisco y nos acogemos al año jubilar de la misericordia, año del perdón, de la reconciliación y de la comunión entre las religiones".