El cielo les dio una tregua. Los alumnos del colegio Corazón de María pudieron cumplir con lo que ya es una tradición: el desfile procesional entorno a las instalaciones. La Virgen, El Cristo -con grandilocuentes detalles del Crucificado del Amparo- y la Soledad recorrieron el centro escolar a hombros de los pequeños cargadores que trataban de marcar el paso, con ayuda de alguna de sus profesoras.

Acompañados por la banda de música que se ha formado con alumnos de sexto de Educación Primaria, los más jovencitos procesionaron los pequeños pasos en silencio y con total solemnidad, a semejanza de sus mayores, que lo harán la próxima semana, ya en plena celebración de la Pasión zamorana. El desfile recorrió el interior de las instalaciones, dando la vuelta a todos los pabellones. Iban de negro con un fajín rojo y en andas portaban una Virgen, un Cristo y una imagen de La Soledad. Los músicos fueron dirigidos por Dyana Atanes, profesora de Música de varios cursos de Primaria.

Durante el pequeño itinerario infantil sonaron las marchas de Thalberg, Mater Mea o el Cristo de la Sangre. Sones que han estado ensayando durante más de un mes para el estreno oficial ante sus mejor público, sus padres y sus abuelos. Al final, ellos se fueron casi más emocionados que los propios pequeños. Y aunque los colores no pertenecen a ninguna cofradía en concreto de la Pasión zamorana, ellos son la cantera, ellos son quienes decidirán la Semana Santa del futuro.