Ocho nuevos hermanos accedieron ayer a las Capas. Un acto habitual en esta hermandad de penitencial para año fechas antes del desfile de la Noche del Miércoles Santo. La singularidad de la entrada de ayer residió en la cifra de nuevos hermanos "ocho supone la cifra más alta en muchas décadas", expresaron fuentes de la Hermandad de Penitencia.

David Rodríguez, Carlos Alberto Pérez, Juan González, José Carlos Rodríguez, Ramón Alba, José Alberto Mateos, David Ignacio Rayo y Félix Gómez han aguardado durante "más de dos décadas" el avance de la lista de espera hasta que les ha correspondido su turno para entrar en esta hermandad que actualmente "ha congelado" el listado de aspirantes, puesto que la engrosan "más de 400 personas".

El acto comenzó con una pequeña procesión que abría un cristo guía. La matraca y el bombardino, primordiales en la idiosincrasia de las Capas, acompañaron a hermanos que portaba su farol y que desfilaron desde la sacristía hasta el altar mayor de la iglesia de San Claudio de Olivares, en presencia de numerosos fieles, del coro de la hermandad y de hermanos, entre los que se encontraba Dionisio Alba Marcos, uno los fundadores de la penitencial que este año celebra su 60 aniversario.

El sacerdote Fernando Toribio Viñuela, capellán de la hermandad desde hace unos meses, celebró la eucaristía para luego el bombardino, Eduardo Vidal, proceder a la imposición de su regalo a los mayordomos, el botón charro. Este año lo recibieron Víctor Javier Furquet, Juan María Escudero, Marcelino Jacinto Bragado y Fernando Fombellida.

Posteriormente cada uno de los nuevos hermanos recibió su capa de manos de un veterano a modo de padrino en el acceso a la penitencial radica en el templo de San Claudio, donde ayer pudo oírse el canto del Miserere castellano con zanfona.