"No tiene sentido hacer algo para que la gente saque fotos y se vaya, hay que ir más allá"

"Los tiempos no están como para museos nuevos; lo más factible es la ampliación"

"Se podría pensar en fragmentar los fondos en varias sedes, todas en el casco antiguo"

Si el debate sobre el concepto del Museo de la Semana Santa es complejo no lo es menos la búsqueda de nuevas ubicaciones en el caso de que el solar actual no pueda ser ampliado o aún así no cumpla con las expectativas creadas. Todo el mundo coincide en que la ubicación debe estar en el Casco Antiguo, porque no tendría demasiado sentido llevarlo a otro lugar. Pero a partir de ahí las variantes son notables.

El arquitecto Francisco Somoza aporta un solar que podría ser adecuado para ubicar el Museo, situado en la parte de abajo del Seminario, en la zona del frontón de San Atilano, un terreno muy amplio del Obispado y situado en la antigua judería de la ciudad, en el barrio de La Horta, que podría ser adecuado no solo para la instalación sino también como elemento dinamizador de una zona de la ciudad que lo necesita.

El periodista Luis Jaramillo considera que el lugar actual "es bueno si se consiguiera el espacio necesario para ampliar lo que tenemos y si estamos dispuestos a comenzar el museo prácticamente de cero y plantear un museo de verdad y no un digno contenedor de pasos. En el supuesto de que hubiera que elegir una nueva ubicación, yo me decanto por el Casco Antiguo y la proximidad a la Catedral me parecería acertada".

El artista Antonio Pedrero introduce algún matiz. Coincide en el Casco Antiguo, pero no cree que una ubicación demasiado próxima a la Catedral, como puede ser el antiguo convento de las Concepcionistas sea el lugar idóneo, porque habría que modificar demasiado "los recorridos, que son la esencia de las procesiones. El sentido es lo público, el paseo por las calles, la exhibición por una ciudad que por suerte tiene una escala muy favorable". La mejor ubicación, desde su punto de vista, es la del colegio Gonzalo de Berceo, muy cerca del actual Museo, con una plaza grande enfrente, en lugar del encajonamiento de este y con sitio suficiente para un buen edificio. Coincide con él Rafael Ángel García Lozano, quien ve en este colegio el lugar ideal para una instalación de estas características. José Luis Coomonte cree que sería compatible mantener el Museo actual con la apertura de otras ubicaciones donde albergar piezas situadas en otros inmuebles del Casco Antiguo que sólo necesitarían una remodelación interior.

Y la idea más novedosa es la de Florián Ferrero, que apuesta porque las cofradías tengan una sede eclesiástica precisamente en una iglesia, que serviría precisamente como punto de partida de las procesiones. "Posiblemente llegue en día en que la Iglesia diga eso, que estamos sacando las procesiones de un almacén, no de una iglesia". Si esto ocurriera la ubicación del Museo no tendría tanta importancia en relación a los recorridos procesionales.