La Hermandad Penitencial de Nuestro Señor Jesús, Luz y Vida celebró ayer la misa de jubileo presidida por su capellán, Fabriciano Prieto Miguel, en la Catedral. Una vez concluido el oficio religioso, tuvo lugar un besapiés a la imagen que se encuentra en una de las capillas del primer templo diocesano. Muchos fueron los hermanos que se animaron a asistir tras la asamblea del sábado, donde la directiva mostró su ánimo de recuperar el espíritu fundacional y su flexibilidad para que las personas impedidas, mayores o niños desfilen o salgan cuando lo precisen.