Los cargadores de Luz y Vida sobre los que pesa un expediente de expulsión que no acaba de ejecutarse ni de ser archivado culpan en exclusiva al obispo, Gregorio Martínez, de la crisis que atraviesa la hermandad y solo confían en un cambio en la directiva de la hermandad para enderezar el rumbo. Si la cofradía experimenta o no ese giro se conocerá el próximo mes de noviembre, cuando han de celebrarse las elecciones a la presidencia, una vez expire la prórroga que permite a Jesús de la Concepción dirigir Luz y Vida un año más allá del mandato ya finalizado.

Los hermanos expulsados -que actualmente abonan sus cuotas y que podrán acudir a las urnas a elegir al nuevo responsable- se lamentan de la "parálisis" que vive la situación de los expedientes, más de dos años después de iniciarse la situación que ha enrarecido la hermandad. "Hemos presentado unas quince denuncias ante el Obispado sobre todas las situaciones que se han dado, desde la utilización de las nuevas andas a la modificación el itinerario en 2013, y no hemos recibido respuesta alguna", explica Daniel Martín, ex jefe de paso de Jesús, Luz y Vida.

A la ausencia de novedades en el proceso desarrollado por el vicario general, José Francisco Matías Sampedro, los ex miembros de Luz Vida suman la falta de apoyo recibido desde todas las instancias a las que han recurrido para comunicar la situación de la cofradía. "Hemos remitido la información al Arzobispado de Valladolid, al nuncio apostólico y a la Conferencia Episcopal. Incluso hemos remitido los 60 folios del caso a Roma, pero la respuesta ha sido siempre una evasiva", se lamenta Daniel Martín.

Ante esta situación, Martín y otros cargadores expedientados -mantienen, no obstante, que no existen tales expedientes- se dan de plazo hasta el final del presente año para poder subsanar la situación. "En mi caso y en el de otras personas afectadas, si no hay un cambio en la presidencia y conseguimos desfilar en 2016, abandonaremos nuestra pelea", reconoce Martín, quien recrimina a monseñor Martínez Sacristán que "nunca ha querido resolver la situación".