De riguroso luto, la alcaldesa de Zamora volvió a encomendarse un año más al Cristo de las Injurias en el Juramento del Silencio. Un discurso con tintes de despedida y en el que Rosa Valdeón reclamó "un nuevo tiempo, donde no quepan los corazones mezquinos ni la codicia" y apeló a que "se restituya el valor de los hombres y el noble sentimiento de orgullo colectivo". La regidora proclamó "el fin del enfrentamiento permanente, porque nos paraliza y atemoriza"

La noche caía en Zamora cuando en presencia del Injuriado, los hermanos del Santísimo Cristo ya formaban frente a su imagen. Valdeón, visiblemente emocionada, aprovechó para despedirse de la ciudad y explicó que "vengo a corresponder al cariño, a devolver un poco de lo mucho que he recibido y he aprendido trabajando por Zamora". La regidora quiso agradecer el trabajo de todos, "en especial de los que hacen por y para los demás".

Cada Miércoles Santo, la capital del Duero enmudece al paso del Cristo de las Injurias, una tarde "del encuentro de tu pueblo, de todos los que somos, fuimos y seremos". Valdeón también quiso hacer un guiño a todos los zamoranos que están fuera.

El emotivo Juramento del Silencio, sirvió a la alcaldesa para recordar que el Injuriado "sufre y muere por los niños abandonados y enfermos, por las mujeres maltratadas y por inmigrantes a quienes negamos incluso su derecho a serlo".

Vencer las dificultades

La regidora quiso hacer una petición al Cristo para que "nos ayude a vencer las dificultades y el desconcierto, porque son semilla fértil para el odio y la confrontación social. Asimismo apeló a la figura del Injuriado para que "nos ayudes a superar este tiempo de riesgo, fanatismo y muertes sin sentido".

Rosa Valdeón subrayó que "hemos buscado el camino para recuperar los valores en la vida pública, abierta a todos, respetuosa con todos, sin crispación ni sectarismo" y utilizando "la responsabilidad y el humanismo".

El terrorismo también tuvo su protagonismo en el Juramento del Silencio y pidió al Injuriado que "aleje el odio y la crueldad de quienes ejercen la violencia en nombre de otras religiones y creencias", parafraseando a Jesucristo sentenció "perdónales, porque no saben lo que hacen". La regidora sentenció que "en esta noche inmensa y serena, los zamoranos sabremos amarte".