La tradición de los recuerdos de infancia se unió ayer con la reivindicación de un cambio para la Semana Santa de Zamora. El pregonero de Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA de este año, Francisco Iglesias Escudero, supo aunar el respeto por el pasado con la necesidad de ir acorde a los tiempos en su discurso, que comenzó interpretando la canción que el Domingo de Ramos se canta en Fresno de la Ribera, localidad natal de su abuela paterna, quien le enseñó los versos "y a valorar la Semana Santa que se celebra también en los pueblos de la provincia, muchas veces por descubrir", indicó.

"Todos los católicos tenemos que apostar por una igualdad consensuada, ajustada al derecho canónico que así lo prescribe. Apelo a la conciencia de los que lo están consintiendo", reivindicó en relación al papel que debe desarrollar, por derecho propio, la mujer en las hermandades zamoranas, apostando así por su plena integración. Una incorporación que también demandó para los niños y jóvenes, en cierto modo marginados por los cupos de entrada en las cofradías. "¿Cuántas hermandades tienen una sección infantil o grupo joven dinamizador en su seno?", se preguntó.

También tuvo palabras de agradecimiento Iglesias Escudero para todos aquellos que "aunque nunca llegarán a ser pregoneros", considera un pilar esencial para el buen desarrollo de la Semana Santa. Desde las madres que cosen las túnicas de sus hijos hasta los cuerpos de seguridad, los equipos de limpieza o los músicos, que comienzan sus ensayos semanas antes. "Son esas pequeñas labores las que ayudan a que la Semana Santa cumpla, que en cierto modo también pregonan, aunque sin darnos cuenta. Hacen posible los detalles que nos meten en la vivencia de la Semana Santa", apreció.

Tras el pregón, que pronunció ataviado con la medalla de Nuestra Madre de las Angustias, una de las cinco cofradías a las que pertenece, la música continuó con la actuación de la Banda Maestro Nacor Blanco, una de las formaciones que más siente la Semana Santa, que interpretó varias marchas que en pocos día se podrán vivir en las calles de la ciudad.