La Hermandad de Penitencia, conocida popularmente como Capas Pardas, celebró anoche una ceremonia íntima y austera en San Claudio para dar la bienvenida a un nuevo hermano, Lorenzo Granados, quien pasa a cubrir la baja sufrida por la cofradía en el último año. Con la incorporación de este último miembro se completa el cupo cerrado de 150 hermanos que visten la capa alistana la noche del Miércoles Santo. Hace unos días, la asamblea rechazó la propuesta de ampliar en 25 plazas el número de hermanos, por lo que el cupo se mantiene en 150 miembros. En la misma ceremonia, el Bombardino, Eduardo Vidal, impuso los clásicos botones a los tres mayordomos presentes en la iglesia.