La vuelta al cole implica algunas complicaciones como el ajuste de horarios, la preparación de libros y material escolar… Pero para los padres de niños con alergias alimentarias se suma la preocupación de que se puedan desencadenar alguna crisis alérgica durante la jornada escolar. 

Los comedores de los colegios están muy preparados para atender a los niños con alergias alimentarias, pero hay otros aspectos de la escuela que pueden poner en peligro a estos pacientes como, por ejemplo, el contacto con el material escolar. 

Y es que la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) y diversas asociaciones de pacientes se han unido para alertar sobre los alérgenos ocultos en el material escolar en la “vuelta al cole”. 

Estas organizaciones denuncian que muchos proveedores, al serles requerida información sobre la posible presencia de alérgenos en sus productos para uso escolar, no proporcionan ninguna respuesta.

Dos millones de niños españoles sufren algún tipo de enfermedad alérgica. Gpointstudio. FREEPIK

Soja, gluten o proteína de la leche presentes en el material escolar

Ceras, tizas, pasta para modelar y pegamentos, materiales que los niños usan habitualmente en las aulas, contienen en su fabricación, con mucha frecuencia, alérgenos como el gluten, los frutos secos, la soja o la proteína de la leche. 

De ahí que los expertos enciendan la luz de alarma:

  • "El contacto, la inhalación o la ingestión accidental de estos productos hace peligrar la seguridad y la vida de los niños con enfermedades alérgicas, asma o inmunodeficiencias primarias (IDP) en la escuela".

En particular, la SEICAP y las asociaciones de pacientes han identificado algunos productos de pintura y escritura que contienen alérgenos alimentarios. Como por ejemplo:

  • Frutos secos en pinturas de dedos para bebés, acuarelas o témperas
  • Gluten en pasta para modelar
  • Soja, legumbres y cereales en ceras
  • Proteína de la leche en tizas.  

Y lo que es peor: a pesar de que contienen alérgenos, los expertos aseguran que "muchos proveedores no facilitan información sobre los alérgenos de estos útiles escolares, llegando a responder, en algunos casos, que el material escolar no se come".

Soja, gluten o proteína de la leche presentes en el material escolar.

Medidas de prevención

Ante la presencia de alérgenos alimentarios ocultos en el material escolar, lo único que se puede hacer, según explican desde la SEICAP, es buscar alternativas para los trabajos manuales con los artículos implicados, reemplazarlos por otros y repasar por parte del profesorado el listado de objetos que pueden contener estos ingredientes.

Como afirma el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP

  • "No hay que discriminar en ninguna actividad del centro al niño por su alergia; lo que se debe hacer es disponer siempre de una alternativa. Además, es necesario disponer de medicación de emergencia en el centro en un lugar accesible”. 

La alergia infantil en cifras

Según datos de la SEICAP, un 25% de la población infantil padece algún tipo de enfermedad alérgica, lo que representa cerca de 2 millones de niños en toda España.

Esta cifra aumenta un 2% cada año y obliga a aumentar las precauciones. 

  • "Es básico proporcionar a los niños alérgicos un entorno escolar seguro que garantice una máxima prevención de reacciones, y la falta de información y de prevención sobre los alérgenos ocultos en el material escolar atenta contra este principio", explica el doctor Juliá.

En este sentido, los pediatras alergólogos reclaman la existencia de un protocolo de actuación común frente a las alergias en el entorno escolar. 

Así, debería existir una formación en alergias por parte del profesorado y del personal no docente, para que sean capaces de identificar los síntomas de las distintas enfermedades alérgicas y cómo actuar en caso de reacción, así como conocer las medidas de prevención y evitación de alérgenos para prevenir situaciones de emergencia.

Además, el colegio también debería tener un protocolo de actuación en caso de reacción.